Los días pasan
y las familias sin ingresos y, por tanto, con todos sus miembros en paro,
tienen que hacer piruetas con tirabuzón y dos mortales para seguir viviendo.
Eso o tirando de la raquítica pensión de algún familiar directo, pidiendo en la
puerta de cualquier supermercado de su ciudad, comiendo en cualquier comedor
social si llegan a tiempo y, seguramente, estarán pasando hambre y necesidades.
Esto es una auténtica vergüenza que nos recuerda a los tiempos de la
postguerra, como nos cuentan nuestros padres, que pasaron lo suyo. Ellos saben
de lo que hablan pues lo vivieron en primera persona, ellos saben lo que es
irse a la cama desmayados, ellos saben los que es tener que buscar entre las
basuras, ellos saben lo que es meterse entre el ganado para comer alguna
algarroba pisoteada y meada por los animales, etc.
El drama
social que vive una buena parte de la población se asemeja a aquellos malos
tiempos, donde vivían los cuatro ricos, a una distancia social de años luz, el
resto de la población padecía las consecuencias de una guerra, que nos le había
matado mediante ningún proyectil, pero que les estaba matando, literalmente, de
hambre. Han pasado muchos años de aquello y no ha habido un conflicto de armas,
aunque si hay un conflicto de similar magnitud para muchas familias de este
país, para casi dos millones de familias a las que ha desamparado el “ingobierno
actual”. No puede atenderles como tampoco atiende a los mayores, a los que les
han robado sus ahorros con la estafa de las preferentes y la necesaria
colaboración del “ingobierno”, así como de la pasividad de los jueces y
fiscales.
En este país
no pasa nada, bueno si pasa, que dejan que transcurra el tiempo hasta que
prescriben los delitos y entonces los delincuentes de las altas esferas vuelven
a levantar sus rostros como si nada hubiera sucedido. Todo gracias a aquellos
que cobran un pastón por no hacer bien su trabajo, pero no se conforman con eso
y meten la mano en la caja constantemente porque han hecho de la política, la casa de los
horrores. El lugar para hacer negocios turbios y donde se manipulan las
adjudicaciones y los contratos para que al pueblo les cueste más todos los proyectos
que se sacan adelante, revirtiendo en forma de comisiones o dinero negro que va
a parar a los bolsillos privados de algunos dirigentes políticos o a sus
propios partidos. ¿Cómo van a tolerar que se hagan comisiones de
investigación?, aquí no quieren que se remueva nada porque de seguida salen los
nombres de las personalidades, de “gente importante” de este país que nos están
robando a todos, que empobrecen al país y que han permitido que tantas y tantas
empresas cierren sus puertas, y que tantas personas hayan perdido sus puestos
de trabajo. No hay más responsables que ellos de que esas familias, a las que
me referí al comienzo del escrito, se hayan quedado sin ingresos, no tengan qué
comer, hayan sido desahuciadas y estén a punto de ser marginadas o excluidas
socialmente. Los responsables tienen nombres y apellidos, a veces salen en la
tele o en un plasma y para los fiscales y los jueces no han cometido delito
alguno, ¡de puta madre!
No hay comentarios:
Publicar un comentario