Susana Díaz en
su esfuerzo por convencer a los ciudadanos andaluces de que una de sus líneas
maestras sería la transparencia, se jactó de difundir que a ella no le
temblaría el pulso si a algunos de sus compañeros les imputaran. Inmediatamente
les exigiría que renunciaran a sus actas y que abandonaran las filas
socialistas. Pues bien, el destino quiso que a Chaves y a Griñán los imputaran
en el famoso e indignante caso podrido de los EREs, y qué sucedió, pues que la
Sra. Díaz y la cúpula del PSOE, se envaina cuanto habían dicho, dan un paso
hacia atrás y anuncian que se les expulsará del partido a todo aquel que se le
abra juicio oral. De nuevo, lo típico de los políticos, donde digo una cosa,
ahora digo otra o hago otra bien distinta. El caso es que van de un engaño a
otro y de una incoherencia a otra.
En la línea de
lo expuesto, de ese vaivén en la cuerda floja de la manipulación y de la
incoherencia, ve la luz otra situación de presunta culpabilidad con la que
actúa el PSOE de manera totalmente diferente. Me refiero al caso de su
eurodiputado, el Sr. López Aguilar, quien ha sido acusado por su exmujer de
malos tratos, sin que al parecer medie denuncia alguna anterior y por esos
mismos motivos. De momento solo ha sido denunciado por esos presuntos malos
tratos, la presunción de inocencia se la salta el PSOE por el forro o por el
arco del triunfo e inmediatamente lo pone de patitas en la calle; en este caso
no se espera a la apertura del juicio oral. ¿Qué incoherencia es esta, que a
los responsables de la Junta de Andalucía, Chaves y Griñán, no se les exige
responsabilidad alguna de lo que en aquella Institución se hacía, no hay
consecuencias políticas y a López Aguilar por el mero hecho de haber sido
denunciado se le pone en la calle?
Esto es una
vergüenza, la Sra. Susana Díaz tiene que exigir la dimisión de los que fueron responsables
de la Junta de Andalucía mientras saqueaban la caja y se desviaban los fondos
para el desempleo y para la formación de los parados. Mientras se dilapidaba el
dinero y como hemos sabido, unos se lo gastaban en drogas, alcohol y putas,
otros como sindicalista y mediador de los EREs se ha convertido en un
millonario, cuya madre llegó a decir que su hijo tenía bajo el colchón dinero
como para asar una vaca. Pero bueno, esto se queda así, la jueza Alaya lleva
varios años investigando este inmenso caso de corrupción mientras la Junta y el
PSOE ponen las zancadillas que pueden y meten los palos que pueden en las
ruedas para que no se llegue a saber todo lo que atañe a este desastre
económico de las cuentas públicas andaluzas, de cómo se han enriquecido unos
pocos y a dónde se ha destinado el dinero. El PSOE lleva treinta y tres años
gobernando en Andalucía, ¿tampoco es responsable de nada? y si lo es, sus
responsables tienen que ser responsables de saberlo y consentirlo, o
responsables por su ineptitud e ineficacia para la gestión pública. No es
posible que bajo las narices de Chaves y Griñán estuviera actuando una trama de
corrupción, produciéndose una desviación de dinero público tan abultada y ellos
no se enteraran de nada. Lo siento pero no es creíble, aunque para el PSOE no
sea suficiente.
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