Ya que tanto
repiten que vienen a la política a ganar menos, por qué no lo hacemos realidad
y se sitúa el tope salarial del político, por ejemplo: en dos mil euros, líquidos,
mensuales. De esta forma ser político nunca será una aspiración para enriquecerse
ya de entrada, sino que se optará a ello por vocación de servicio.
Los que tengan
hambre de dinero se quedarán en sus despachos privados, que seguro van a ganar
mucho más y dejan los cargos públicos para otro tipo de personas deseosas de
hacer cosas por los demás. La política, los ciudadanos y la democracia, se lo
vamos a agradecer mucho. Tenemos que acabar con los depredadores de lo público,
con los buitres carroñeros, con los quebrantahuesos, amenazadores de todo y de
todos, con aquellos que llevan en su ADN el oprimir, mangar y mentir. A todos
esos hay que echarles de las instituciones.
El país donde
la escoria está arriba y los válidos son expulsados de sus funciones, se ha de
acabar. No podemos seguir manteniendo este sinsentido, donde se protege a los
corruptos y se les hace la vida imposible a los que no se someten al juego
sucio de la corrupción. A estos se les expulsa de la carrera judicial o se les
despide, en el caso de ser empleados públicos, funcionarios, etc. Primero se
les trata de sobornar de alguna forma y si no aceptan, ¡a por ellos!, este el obsceno
proceder de los que ostentan cargos públicos en este país, afortunadamente no
son todos así.
Los que están
fuera de la ley, y son muchos entre los que ocupan cargos en las instituciones
de este país, temen a la prensa, cada día más audaz, que investiga más y que
saca ingente cantidad de información sensible, que delata sus tejemanejes.
Están tan resentidos con los medios de comunicación, que se valen del tráfico
de influencias para hacer presión sobre los contenidos y las noticias que se
vierten, no quieren seguir en boca de los ciudadanos. Les gustaría que los
periodistas fueran más tibios con ellos, que se metieran menos en sus feos
asuntos, que les dejaran tranquilos seguir saqueando y que la opinión pública
no se les ponga en su contra, porque al final les hacen falta nuestros votos.
Por eso no les gustaron los escraches e hicieron todo lo posible para que temiéramos
hacerlos. De igual modo aceptan las criticas o las manifestaciones, no las
quieren y mandan a la policía cargar y no se si tienen preparado o pagados a un
grupo de “aborta manifestaciones”, así tienen justificadas las cargas y los
palos.
Hemos llegado
a un punto donde casi todo es una gran mentira, por tanto todo o casi todo es
confusión y ya se sabe el dicho: “En río revuelto, ganancia de pescadores”.
Algunos aprovechan la confusión que originan a propósito, para sacar el mejor
partido para ellos, que casi siempre o siempre se convierte en dinero. Será un
negocio de tal o cual cosa, una comisión que le vendrá por tal o cual sitio,
una recalificación acondicionada para tal o cual amiguete, etc., pero al fin y
al cabo, dinero para la cuenta bancaria o para la caja fuerte, pues la mayoría
de las veces esta fuera de curso legal, no es de la contabilidad oficial, es de
la contabilidad “B”.
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