Hace más de
una década operaban dos empresas: Afinsa y Fórum Filatélico que montaron una
red piramidal de inversores, a los que les prometían unos intereses fijos muy
superiores a los que ofrecían las entidades bancarias en aquellos momentos, y
fueron capaces de captar el dinero de aproximadamente 190.000 inversores que
intervenían en las operaciones de compraventa de sellos. Sellos, que como dijo
un experto en 1994 estaban siendo valorados y vendidos aproximadamente a diez
veces su valor oficial. Este experto denunció la estafa que se estaba
produciendo, pero la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid
archivó el caso en apenas 29 días.
La estafa
cometida por ambas firmas ascendía a 2574 millones de euros y ha tardado en
resolverse el juicio hasta ahora, siendo acusados los responsables de ambas
entidades de: estafa, insolvencia punible, blanqueo de capitales y falseamiento
de cuentas. Los inversores más antiguos cobraban con las aportaciones que iban
realizando los nuevos inversores (esquema piramidal).
En el caso de
Afinsa, ciertos puestos de relevancia estaban ocupados por señores que
trabajaban, al mismo tiempo, para la Administración pública. No obstante, no
debemos confundirnos, fueron dos corporaciones privadas las que montaron la
trama para engañar a los inversores, aunque colaboraran con ellas, algunas personas
que ocupaban altos cargos en algunas Instituciones.
Adicae
(Asociación de usuarios de bancos, cajas y seguros) ha sido entrevistada en
radio y ha manifestado que en un principio se iba a hacer cargo de las
indemnizaciones el banco ICO, pero este nunca llegó a compensar a los
inversores. Posteriormente, continuó su intervención en el sentido de que el
Gobierno de Rajoy o el que venga tiene que responder de la estafa a la que nos
referimos, entre inversores privados y entidades privadas, ¿esto qué es?, ¿todo
lo vamos a pagar la ciudadanía?
Ya que está
esbozado el asunto para que todos sepan de qué hablamos, no tengo más remedio
que indignarme en defensa de lo que es nuestro y que con tanta facilidad, unos
y otros, despilfarran. Primero, no entiendo por qué los bancos no se pueden
dejar caer, o por qué el Estado tiene que asegurar hasta 100.000 € de los depósitos
monetarios de aquellos que tienen la suerte de tenerlos en las entidades
bancarias privadas (de nuevo un negocio entre particulares). Segundo, es
incomprensible que un asunto tan claro desde el principio fuese archivado por
la Fiscalía, seguramente, porque los pájaros gordos de la Administración que
colaboraban con estas entidades impidieron que siguiera corriendo la sangre.
Tercero, por qué los delincuentes, como ya nos tienen acostumbrados, han
seguido y siguen con sus vidas, viviendo a costa de los inversores estafados y
nadie les reclama hasta el último euro. Una vez más, la justicia se ha ido de
vacaciones, nunca mejor dicho, puesto que estamos en verano; y ha dejado a los
cacos en total libertad, disfrutando de los dineros ajenos.
Y el caso del
responsable de Adicae, indigna a la ciudadanía para beneficiar a los que está
defendiendo y de los que espera cobrar cuando sean compensados o indemnizados.
Así que carga contra el más tonto (el Gobierno), o contra el que ya se ha
tomado como una costumbre reclamar. Total, pagamos todos.
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