Somos el país
que más crece, económicamente hablando, de la UE, pero Rajoy ha tenido que
meter la mano en la caja de las pensiones, ¡y de qué manera! Algo más de ocho
mil millones de euros han salido de la caja, porque hay que pagar la extra a
los jubilados. Los periodistas dicen que a este ritmo, a final del próximo
2017, se le verá el fondo a la caja, ¿después qué va a suceder?
No es que
quiera incidir en lo mismo, pero me resulta tan increíble que vayamos tan bien
y que al mismo tiempo estemos dilapidando ese remanente que se creó para una
emergencia, no para meter la mano cada dos o tres meses, o hay emergencia económica,
o hay crecimiento. Rajoy habrá querido decir que seguimos con marcha
ascendente, pero como venimos de un nivel tan bajo, del inframundo económico,
pues seguimos acumulando deuda. Que también ha crecido cantidad en estos
últimos cuatro años.
Este
movimiento, del Gobierno en funciones, se asemeja a un paseo en el tren de la
bruja. El paseíto han sido las elecciones, y en cuanto han pasado, nos han dado
el escobazo. Mientras hemos ido en el tren (la campaña) nos han ido poniendo
videos para tenernos entretenidos, y en cuanto se ha terminado el recorrido
(votaciones), han aparecido las brujas, bueno las meigas, que Rajoy es gallego.
Entonces es cuando han dicho: ya se puede asaltar la caja de pensiones, que ya
no influye en los resultados, ya nadie nos va a quitar los 137 diputados que
hemos sacado. Ahora entiendo por qué las elecciones son cuando son, las fechas
importan, todo está orquestado.
Bueno, pero
ahora Rajoy tiene un toro por delante: pactar con quienes pueda para que le
apoyen en la posible investidura. Digo “posible” porque de seguir los demás
líderes manifestando lo que ya han dicho, aquí no hay nada que rascar. La cosa
está muy parecida al 20 D, los partidos parecen estar enrocados, siguen, entre
ellos, tachándose de tal y cual cosas. Pretenden que este o aquel partido haga
lo que desea que haga otro que nada tiene que ver con ese partido, y así no
salen las cuentas. En lugar de haber más concordia, hay más discordia. ¡Egos
abajo, ar!, ¡Dense las manos, ar!, bueno, el que quiera puede darle un beso a
otro.
Ya está bien
de responsabilizarse los unos a los otros de no haber tenido Gobierno ya, esto
se parece a la herencia recibida, ¡anda, que no le sacaron rendimiento! Que
redacten las prioridades, que solventen los problemas de la ciudadanía, en un
programa común por el que apuesten todos y echen a los chinos, o una moneda al
aire, y elijan entre todos, por suerte, al presidente (problema resuelto). Esta
es una forma de demostrar que se está por los ciudadanos y no por intereses de
partido ni de poder. ¡A como no son capaces de hacerlo! Hay demasiados intereses
como grupo político, ¿van a posponerlo a las necesidades de la gente?
Todos son muy
buenos, todos quieren lo mejor para nosotros, pero casualmente nadie coincide
con nadie porque pelean entre sí, y eso no tendría lugar si los objetivos
fueran los mismos ¿o también pelearían en ese caso? Seguramente, aunque
estuvieran de acuerdo, a alguno se le escaparía un: “y tú más”… fin del pacto.
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