Aunque uno quiera cambiar de
tercio es imposible con la gente del PP, todo el esfuerzo que hacen,
conocedores como son de lo que hacen a nivel de partido, y sabiendo el personal
que tienen en sus filas, es para tapar su propia mierda y el hedor de la misma.
Ya en el 2009 el Ministro de Justicia, Rafael Catalá, Rafa para sus amigos de
whatsapp, hizo una tentativa para sancionar a los medios de comunicación que
difundieran información relativa a filtraciones de casos que estuvieran en
secreto de sumario. Ahora el “apañado Moix”, el fiscal jefe anti corrupción
(protector de los delincuentes del PP), ha abundado sobre lo mismo, como
hiciera el actual Ministro de Justicia. Según Moix, habría que condenar y
sancionar a los medios de comunicación que vertieran información sobre procesos
judiciales en marcha. Es curioso que ambos personajes manifiesten su deseo de
censurar la información, pero no de sancionar al que la filtra, y ninguna prisa
por condenar ejemplarmente al infractor, al mafioso, al delincuente,
generalmente, del PP.
Con personajes como el fiscal
Moix, o el Ministro Catalá, se va a terminar con la corrupción del PP mañana
por la mañana. Es para partirse de risa la farsa que interpretan estos cómicos
de la escena política española… “nosotros hemos hecho más leyes que nadie para
terminar con la corrupción”… “somos el partido más transparente de España”.
Todo lo arreglan desde dentro del partido y del Gobierno diciendo que los
culpables ya no están en el partido, que han sido expulsados, ¿y qué?, ¿los
dineros dónde están?, ¿cuántos años de cárcel les han caído?, ¿son las penas
equiparables a las que caen sobre los hombros de los delincuentes comunes?, ¿no
nos podemos aforar todos los españoles?... ¡compartan un poco de sus
privilegios!
Y lo fácil que se engaña a la
gente… ¿la gente no ve nada de esto o, no tiene criterio propio para juzgar por
sí misma y llegar a su propia conclusión de la situación? La muestra la dan las
urnas que arropan a los chorizos. A mí no me vale la frase hecha: “todos roban”.
A mí me afecta más directamente, en estos momentos los que tienen poder para
decidir y dirigir hacia dónde vamos. La deuda pública de España supera el cien
por cien del PIB, y si la deuda se ha incrementado bestialmente o salvajemente,
¡díganme cuál es el bienestar económico que está experimentando España! Si gano
más no puedo deber más. Si mi situación económica es mucho mejor, no puede
estar más endeudado, tendré más dinero en la cuenta corriente, en la cartera o
en un cajón, pero nunca estará sucediendo si debo más, ¿no creen? Pues a partir
de ahí, me lío la manta a la cabeza, y desmiento todo aquello que nos quieren
hacer ver. Estarán ganando más dinero los ricos, los bancos y los fondos de
inversión, pero la gente de la calle como usted o como yo, seguimos,
aproximadamente, como estábamos hace siete u ocho años. Lo que sucede es que ya
estamos acostumbrados a la estrechez de haber perdido el trabajo o al recorte
que sufrimos en los sueldos. En la Moncloa se vive de puta madre, en la Casa
Real también, y así todos aquellos servidores públicos que tienen el arte de
asignarse los salarios que van a percibir.
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