En el día que todos los
militantes del PSOE tienen que elegir a su secretario o secretaria general, me gustaría
empezar a desgranar una frase que ha dicho Susana en sus mítines: “El país es
más importante que el PSOE y el PSOE es más importante que cada uno de nosotros”.
A mí no me ha quedado claro qué ha
querido decir con lo que ha dicho. Vamos por partes: el país, España, es una
tierra, pero su verdadera identidad son sus gentes, nosotros; pues bien,
Susana, en la primera parte de esa frase diría entonces que nosotros somos más
importante que el PSOE y, en la segunda parte de la frase, se contradice: el
PSOE es más importante que cada uno de nosotros. Esto sucede por usar palabras
que por sí no tienen identidad y se personifican. Si nos vamos al diccionario y
buscamos la palabra país, nos dice: Territorio que constituye una unidad
geográfica o política, limitada natural o artificialmente. También nos da una
segunda definición de la palabra país: Conjunto de habitantes de ese
territorio. ¿Se refería Susana al trozo de tierra o a la gente que la habita?
Siempre nos cabrá la duda.
Del mismo modo, el PSOE al que
tanto alaban con sus ciento cuarenta años de vigencia, no es nada sin las
personas que le dan vida. Al PSOE le da identidad la gente que se siente
socialista y sigue una ideología, pero qué ideología es la actual del partido.
Como hemos podido ver hay tres candidatos: una anclada a las viejas formas y,
por tanto, anclada a los tiempos que ya no son, pues sigue mirando y actuando
como cuando eran tiempos de alternancia PP-PSOE, con el apoyo de todos los
viejos del lugar que solo vivieron en sus carnes la alternancia y las mayorías
absolutas. Después tenemos a Patxi que cuenta con pocos apoyos y por eso solo
le ha quedado el tono conciliador. A parte de eso, no ha añadido más, parece
que no tiene proyecto. Por último, tenemos a Pedro, que es el que mejor ha
atendido el cambio del escenario político español, la irrupción de las nuevas
fuerzas: PODEMOS y C’s, que por poner ciertos cambios de rumbos para adaptarse
mejor a lo que había, le han llamado de todo. Ninguno de los viejos se ha
tenido que presentar a ninguna elección con la rivalidad en la izquierda de
IU-PODEMOS, si no ya veríamos qué resultados hubiera cosechado. Aun sin los
partidos nuevos, con Rubalcaba, el PSOE ya comenzó a caer en picado si solo
atendemos, como hace Susana, al número de diputados obtenidos en las elecciones.
Le digo a todos los socialistas
que utilicen la cabeza, que la ideología nadie os la va a arrebatar, tampoco el
color ni vuestras siglas; pero no todos los candidatos van a llevar al partido
al mismo sitio: hay una dirección hacia la vieja política, a la que le gusta
gobernar con mayoría absoluta (Susana). Hay otra dirección insípida y balsámica
que no apunta a ningún sitio (Patxi). Para finalizar, hay otra dirección
valiente, atrevida, creativa, capaz de hacer cosas nuevas y producir un cambio
(Pedro) ¿Saben los militantes lo que quieren?, ¿votarán los militantes con
cabeza o por proximidad y mirando a un futuro hueco en las listas del partido?
Ejemplo de ello: Antonio Hernando.
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