En los últimos años hemos sabido
de varios actos celebrados en España, casualmente, todos en la Comunidad de Madrid,
en los que se hace exhibición de enseñas, cantos o improperios que enaltecen el
fascismo. Incomprensiblemente, casi todos se libran de tener condenas de algún
tipo o tienen un trato preferencial y diferente al resto de la ciudadanía
cuando se manifiesta en defensa de algo o en lugar, no recomendables según para
quien. El último de ellos trascendió por televisión y ha sido muy recientemente,
me refiero al entierro del suegro del ex Ministro Gallardón, con su canto
público y en plena calle del cara al sol y todo… quedando como una anécdota.
Con anterioridad, en el año 2015, pudimos ver la manifestación en la Plaza de
Colón de Madrid de los convocados contra PODEMOS, en un tono muy violento,
incluso con la policía, que casualmente se libraron de la acción de los anti
disturbios, a pesar de su actitud beligerante y la cantidad de banderas
franquistas que portaban.
Esos no son los únicos casos
ocurridos en los últimos años… hay más. Todos recordarán la estampida de las
bestias, dicho así por sus formas, de aquellos fascistas que irrumpieron en el
centro cultural de la delegación del Govern de la Generalitat en Madrid en
2013. Esos individuos que entraron empujando a todos los asistentes, como
elefantes en una cacharrería, hasta que se situaron, desafiantes, en el
escenario y arrojaron al suelo parte del mobiliario de aquella sala.
En otros momentos, siempre alrededor
de 2013 y 2014, no sé por qué esa coincidencia en las fechas, quizá tuviera
algo que ver el nacimiento de PODEMOS, se celebraron otros actos de exaltación
de motivos fascistas y nazis como el mercadillo que promovió una alcaldesa del
PP en la localidad de Quijorna (Madrid) en 2013. Acto que también captaron las
cámaras y tuvimos la oportunidad de ver por televisión todo aquel merchandasing
que enaltecía el fascismo y el nazismo… y cómo se había permitido dicha
celebración.
Por último, hay otro caso que aúna
dos tendencias ideológicas graves: la del fascismo y la homofobia; para ello se
organizó en el polideportivo La Elipa de Madrid, en 2014, un torneo de futbol
por la familia y contra el matrimonio homosexual; donde se pudieron ver
banderas franquistas, de la falange, cruces nazis, y varios tenderetes que vendían
bebidas y artículos con simbología fascista. Gallardón y Ana Botella, parecían
muy contentos por haber alquilado el pabellón a varias organizaciones
defensoras de aquellos ideales.
Después hablan de enterrar la
memoria histórica y la rivalidad de derecha e izquierda, pero es que los palos
y la represión no es igual para los dos lados. Cualquiera de esos actos si
fueran manifestaciones radicales del comunismo, sin permisos como eran los
anteriores, algunos de ellos violentos como el de la delegación del Govern o la
manifestación de la Plaza de Colón; los palos les hubieran llovido a los
manifestantes y a los responsables. Otro dato curioso, al menos a mí me llama
mucho la atención es que todo se aglutina en la Comunidad de Madrid.
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