¿Alguien en España se creyó que a
los del PP les tocó el cupón con el número 155, cuando estaban totalmente
inmersos en el conflicto de la aplicación del artículo del mismo número en
Cataluña? Hay, al menos, tres casualidades inverosímiles: una, que aquel día a muchos
de los políticos del PP estando en pugna con el asunto espinoso de implantar el
155 en Cataluña para anular su autonomía, se les ocurriera comprar un cupón con
ese número. Dos, que habiendo decidido hacerlo lo encontraran y, tres, que habiéndolo
comprado, precisamente, lo digo de nuevo: “precisamente”, fuera el número
premiado aquella noche… ¡venga ya! Es un golpe de efecto dado para abundar en
la humillación de los catalanes con sentimiento independentistas, por cierto,
tan licito como cualquier otro sentimiento o ideal; ¿quién dice dónde está el
límite de lo que se puede sentir, o en lo que se puede creer?, ¿acaso hemos
terminado con la libertad de expresión?, bueno, últimamente ha brillado por su
ausencia y por el castigo al uso de la misma.
Este ejemplo revela algo grave…
¿se puede llegar a decir cuál es el número que puede salir premiado el día que
se quiera?, ¿se hace esto con frecuencia o por norma? Antes retransmitían cómo
salían las bolas con los números premiados de los diferentes bombos, pero hace
tiempo que los echo de menos, ¿los ven ustedes? Voy a pensar mal: supongamos
que todas las administraciones de venta de loterías del Estado han ido durante
la jornada registrando en las máquinas expendedoras los boletos de los diversos
sorteos, los números vendidos, y que dichas máquinas se comunican con el órgano
central de loterías, un ordenador donde se vuelquen los datos conocería al
instante las combinaciones que no se hubieran vendido; por tanto, serían esas combinaciones
las agraciadas porque se dejarían de abonar los correspondientes premios. Es
una hipotética posibilidad, ¿quién puede afirmar que el Gobierno, dueño y señor
del cortijo, no pudo manipular para que aquella noche saliera premiado el “lamentablemente
famoso” número 155?... ¡qué casualidad!
Tal vez solo hablo de ciencia
ficción pero es que aquí han ocurrido cosas que eran extraterrestres como
mínimo. ¿Recuerdan las veces que le ha tocado la lotería y los cupones al Sr.
Fabra del PP?, ya sé que esa es otra treta diferente de blanquear dinero,
comprando boletos premiados por un valor ligeramente superior al premio real.
Bien cerca del gobierno estaba, pero ningún audaz componente del mismo, vigilante
del asunto fiscal, dudó jamás… ¡inocente! Son muy inocentes e ingenuos estas
gentes del PP, no sabían si habían firmado los papeles para tener una sociedad
off shore en Panamá o en cualquier otra latitud de la Tierra. Todos los dineros
en paraísos fiscales eran herencias no declaradas, siempre dineros de sus
padres, ellos no sabían nada, no recordaban nada; firmaban documentos, movían
dineros, heredaban propiedades, grandes sumas y empresas ilegales, pero todos
estaban siempre defendiendo la ley… ¿se puede ser más hipócrita?
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