Por favor, paremos un poco, no
sigamos imprimiendo velocidad a lo que no se mueve. Hay medios de comunicación
que al concluir el nombramiento del nuevo presidente, ya están en el
cuestionamiento de si será un gobierno de unos meses o se terminará la actual
legislatura, a la que le restan dos años. Los medios de comunicación se parecen
cada día más a El Corte Inglés, que no ha acabado una estación del año y ya
están invitando al consumo de los productos propios de la siguiente estación…
¡por favor! ¿Por qué no hablan de lo que se debiera de hacer, de lo que los
españoles y españolas esperamos se haga para el bien de todos y todas?... no,
no, solo van al aspecto morboso del asunto.
Otro que parece ser no ha perdido
ni un minuto ha sido el presidente de los empresarios que ha ido, arrastrándose,
ante el nuevo presidente, en cuanto su nombramiento era seguro, para pedirle
que cumpla con los acuerdos comprometidos y para que no fuese a derogar la
reforma laboral… ¿qué lo hace, porque les viene bien a los empresarios o,
quizá, al conjunto de los trabajadores? Más bien será porque les viene bien a
ellos y temen perder los privilegios que la ley les ha concedido, por eso ha
corrido tanto; aunque no es muy fiable, debemos esperar una respuesta adecuada
a las necesidades de los obreros… no olvidemos que vuelve a gobernar el PSOE
(Partido Socialista Obrero Español) Digo que no me fio mucho porque en
los últimos años le ha dorado tanto la píldora al PP, que era bien fácil
deducir que los socialistas habían escorado a la derecha, acordando con los
populares ciertos extremos que directamente perjudicaban a la ciudadanía frente
al poder monetario.
Estoy contento por haber echado a
los populares, porque este movimiento es un buen ejercicio de humildad para
apaciguar tanta arrogancia y tanta soberbia. No obstante, no estoy con Pedro
Sánchez ni siquiera al cincuenta por ciento, no me fio, no confío en él, flexiona la voz en un acto
por convencer a sus interlocutores y eso no me gusta, he visto demasiadas
personas que lo hacen y son bastante hipócritas. Estaba más con el Sánchez que
se armó de amor propio y recuperó la secretaria general de su partido, pero no
estoy con el del paso Obama ni con el que modula la voz para caer mejor…
preferiría que se mostrase el verdadero Pedro, ya veríamos si es tan socialista
y si se interesa tanto por la gente como se ha empeñado en agarrar el sillón.
Sus actos le delatarán, espero que nos sorprenda para bien, por lo pronto la
carrera la ha ganado, pero yo me continúo preguntando para qué. De momento ha
repartido las migas de pan a todos los colores, se los ha llevado de calle pero
casi todos se lo dijeron claro: no te votamos a ti, apoyamos el acto de cesar a
Rajoy. Ahora, si las migajas eran puro espejismo, será el presidente sin apoyos
y todos se revolverán, no podrá mover ni una coma y tendrá que convocar unas
nuevas elecciones. Si eso ocurre y es pronto, C’s se empezará a frotar las
manos porque se cree ganador de unas votaciones en estos momentos. Así que
amigo Sánchez, toca arremangarse, dejar de escuchar a los que no gobiernan ni
siquiera han sido elegidos en ninguna votación, perder el miedo a todo y a
todos, enfundarse el traje de tu sentir político y no perder nunca de vista que
el único objeto de ser elegido presidente de un gobierno es el de dirigir a ese
gobierno por el camino que mejor convenga a los intereses ciudadanos. Solo el
presidente que se parta la cara por la gente en esa dirección, denuncie a
corruptores y corruptos, haciendo una gestión honesta y transparente, dando
ejemplo a la ciudadanía, será reelegido una y otra vez… ¡tú mismo!
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