Usted también es excelente,
rebusque dentro de usted y lo hallará, dese tiempo para ello, enfoque su mente
en usted, trate de dejar descansar su mente, cierre sus ojos y respire con
tranquilidad, trate de no pensar en nada. Si algún pensamiento, imagen, etc.,
aborda su cabeza, no le preste atención, no la alimente, no se enrede con aquello,
déjelo pasar. Hágalo de cuando en cuando, siéntase, es usted, se siente solo
consigo mismo/a, no tema, disfrute, ámese y sea feliz. Desde antiguo son muchos
los que nos hablan de nosotros mismos, de la energía inteligente que somos,
sobre todo, en las tradiciones orientales porque los habitantes de esas
latitudes se dedicaron mucho más que los occidentales a cultivar el espíritu,
ese plano nuestro más profundo del que procede el sentido de la vida, del que
brota el amor y la felicidad sin tener un motivo aparente para ser feliz. Ya
estar vivo es motivo suficiente para sentirse feliz, la aceptación del proceso
de cada uno es importante para sentirse bien, tener curiosidad por aprender,
entregarse a la vida, adquirir un nuevo grado de conciencia en el que quepa
toda la humanidad, es imprescindible.
En una mayoría de casos la
actitud no es la adecuada para crecer, obsérvese, aprenda a reservar sus
energías, vuélvase más silencioso/a, contemple más, repare en el valor de las
pequeñas cosas, de los pequeños gestos, haga más por los demás, haga más feliz
a los que les rodean, sea usted, no siga interpretando a ese personaje que se
ha apoderado de su vida. No se avergüence de ser quien es, usted es perfecto/a
en sí mismo, es original, nadie es exactamente igual que usted, rebaje las
tensiones, deseche el estrés, actúe no se preocupe, ocúpese, disfrute en el
camino; no es lo más importante el resultado sino el camino para llegar, hay
mucho aprendizaje en ese camino.
Debemos conseguir una sociedad de
personas desarrolladas interiormente, solo así las cosas irán bien para todos,
precisamente, porque ese nuevo nivel de conciencia expandido en el que todos
tienen cabida y en el que se ama a todos, no hay lugar para las aberraciones de
la conducta egoísta que hoy impera en las sociedades. Solo nuevas personas
pueden forjar un nuevo mundo en el que se respete más a las personas, a todos
los seres vivos en general, a la naturaleza, al medio ambiente, etc. Solo
personas así, desarrolladas, pueden hacer por los demás tal como lo harían para
sí. Solo esas personas pueden aportar un grado de honestidad en lo que hagan,
que es casi impensable teniendo lo que hoy tenemos.
Es necesario incorporar a la
formación escolar, universitaria y laboral, pautas de conducta, asignaturas,
etc., que vayan en ese sentido. Las personas se han de formar en conocimiento y
espiritualmente, para no mostrar desequilibrios y enfermedades que se
manifiestan sin causas aparentes. Las personas no se sienten en paz y completas
si no crecen emocionalmente, mentalmente y espiritualmente (sentir, mente y
conciencia) Las personas incompletas no van a hacer nada en este sentido, no
saben de ello, no lo ven, no comprenden la necesidad de que la humanidad se
desarrolle interiormente, no reparan en las consecuencias beneficiosas de
hacerlo, no saben qué hay que hacer porque ellas mismas no están en ese punto
ni tan siquiera sabrán de qué estoy hablando.
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