Seguimos en el país loco en el
que nos ha tocado vivir, por ejemplo hoy llaman a testificar a los periodistas
que descubrieron lo del master falso de Cristina Cifuentes, ¡si sería falso que
tuvo que dimitir!, a pesar de ello fueron denunciados por revelar secretos
personales de la vida de la política en cuestión. Toda la importancia enfatiza
en el hecho de revelar datos que resultaron falsos, no en que aquella señora
tuviera engañada a la Administración, a su partido, y a todos los españoles y
españolas. Queda mucho para llegar a entender a la justicia española y, por
ende, a su sistema de leyes un tanto arcaico, incompleto o de textos mal
redactados, pues de lo contrario no habría criterios, o interpretaciones,
diferentes por parte de los jueces.
Esta mañana dijo la radio que los
centros de acogida de inmigrantes estaban a tope por aquí abajo, en Andalucía.
Pedro Sánchez dice que va a Bruselas a proponer que haya unos puertos de libre
desembarco en Europa para que puedan tomar tierra los pasajeros de
embarcaciones cargadas de personas que huyen de sus países o van buscando
mejores condiciones de vida. Sigue sin mencionar los problemas en sus países de
origen. No propone actuaciones contra las condiciones infrahumanas, de terror,
de hambruna o bélicas que se den en los países que permiten zarpar a esas
embarcaciones de la mafia. No hay reacción mundial y algunos países solos no
pueden remediar esta catástrofe humana. Hace falta un acuerdo mundial contra
los explotadores y los dictadores que tienen sumidas a sus poblaciones en la
más absoluta miseria o en el horror. De ningún modo es una medida humana “encarcelar”
a la gente en centros de acogidas, tenerles muertos de hambre, marginados, sin
facilitarles papeles, sin tener oportunidades de buscar empleo, o sin la
higiene necesaria. Este fracaso se ha de paliar de otro modo, y el conclave
político mundial debiera hacer algo más que salir en la foto y divagar o pagar
a terceros para que blinden sus fronteras y no dejen que esas personas vayan a
donde deseen hacerlo.
Hay que reestructurar el mundo
sobre otros principios porque esto petará tarde o temprano. Estamos de acuerdo
que actualmente no hay trabajo para todos, y que si se suma más mano de obra
demandando empleo, las pésimas condiciones laborales que tenemos hoy, van a
empeorar y mucho. Cuando se trata la enfermedad de una persona, lo mejor es
hacerlo holísticamente, o sea, desde todos los puntos de vista posible:
físicamente, emocionalmente, psíquicamente, hábitos, alimentación, etc., pues
este problema también hay que tratarlo desde todos los aspectos sociales
implicados en el futuro bienestar de los residentes y de los que llegan… todos
debemos tener asegurados los servicios públicos, el trabajo y el bienestar. Es
por ello, que todo lo que deba intervenir hay que preverlo, no es cuestión de
hacinar personas, encerrarles, hacerse la foto y que los medios de comunicación
diga que este o aquel país es más humano que aquellos otros.
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