Una forma extraña de ser
socialista y republicano es la de dorar la píldora, utilizando esta forma
coloquial, al actual rey. El Gobierno ya se ha manifestado y ha dicho que no
hará nada con respecto a las grabaciones de Corinna porque son cosas antiguas
que además no afectan al actual Jefe de Estado.
De momento no afecta pero indica
una forma de actuar de la Casa Real, ¿quién está en disposición de poder
asegurar que el modus operandi no ha sido aprendido y se sigue practicando?
Habrá que investigar el asunto, con lo que se abre otra delicada y compleja
operación: ¿quién audita o pide cuentas a la Casa Real?, ¿quién investiga dónde
están los dineros del ciudadano Felipe?
En algún momento, el ciudadano
Felipe heredará los dineros de su padre, ¿qué hará, renunciará a ellos por
estar en paraísos fiscales o se le hará una amnistía a medida como suelen hacer
los gobiernos cobardes que hemos tenido? Porque si el dinero ha de venir, no se
puede regularizar con un pequeño porcentaje en concepto de tributo. Se ha de
calcular los años que ha estado evadido ese dinero, y se tiene que calcular
cuánto habría tributado durante todos esos años de haber estado declarado al
fisco, y solo se podrá blanquear pagando el total de lo que tendría que haber
tributado. Eso es lo normal, que a los sinvergüenzas le cueste el dinero como
al resto de la ciudadanía decente. Si así no le interesa, habrá que tenerles
bajo la lupa continuamente y a la primera que se observe inversiones o pagos
que no se justifique la procedencia del dinero… ¡multazo y cárcel!, ya verían
cómo se les quita las ganas de delinquir, si no que se vayan a vivir fuera de
España. Lo mismo le debe ocurrir al ciudadano Juan Carlos, que ahora que
sabemos de sus tejes y manejes un tanto oscuros, inspecciones a tope, auditorias…
¡multazo y cárcel! Hay que pedir responsabilidad a todo el que se burle de la
ley y robe a los españoles, y esa manera de proceder es robarnos a todos, es
dejar de pagar lo que le hubiera correspondido por el bien de todos y para
mejora de los servicios públicos. Es una vergüenza que la cabeza visible del
estado, quién debiera ser o sentirse más español que ninguno, y agradecido por
haber heredado tan privilegiado cargo de manos de quien fue el dictador de
España y colocado con calzador en la transición y en la Constitución, nos haya
robado a todos, haya hecho negocios, haya comisionado sirviéndose de su cargo y
se haya llevado los beneficios a otros países para eludir la fiscalidad
española. ¿Dónde debe estar un personaje de esa calaña?... en la cárcel,
indudablemente. Y Hacienda tendría que estar ajustando el montante del tributo
que le hubiera correspondido pagar a lo largo de todos esos años en los que los
dineros han estado escondidos, para exigirle su pago.
Visto lo que ya sabemos, no cabe
que el partido socialista “republicano” obrero español, excuse a la
Institución, a la Casa Real, sino que debe poner en marcha lo que haga falta
consensuar con las demás fuerzas políticas para someter la corrupta Institución
a referéndum. Y como la ciudadanía trabajadora entiende que dar de comer y
pagar los vicios a una familia, por la cara, no debería ser obligación de ella
y, por tanto, no tendría que costearla, que se explique a toda la ciudadanía
que el gusto de mantener a una familia con la pulsera del todo incluido será
responsabilidad únicamente de los que voten SÍ a la monarquía. O sea, que
inmediatamente, si saliera mayoría el SÍ, se repartiría el presupuesto anual
que tiene la casa real entre los votantes que hayan decidido apoyarla y se
girará a sus cuentas corrientes, únicamente a ellos, ya veríamos cuánto de monárquicos
son. Esta excepción sería necesaria para que la gente se haga responsable de lo
que vote y no se le imponga a los que consideramos una institución inservible a
los intereses de la ciudadanía.
Llegados a este punto, solo tengo
un consejo para los socialistas, que revisen sus principios.
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