Vi que eran las nueve de la noche
y me dije voy a ver las noticias, pero aquí estoy, he preferido escribir a que
me inunden la cabeza con desgracias: el niño que le da el tiro al otro con la
pistola ilegal de su abuelo. El conductor drogado que se sube a la acera y mata
al peatón que caminaba alegremente. Los atracadores que entran en una joyería
de un centro comercial y llevan a cabo un atraco, que aún interviniendo un
mosso que estaba fuera de servicio y sacando su pistola, no consigue detener a
ninguno de los cuatro. El chico irlandés, muy buen nadador por cierto, que
desaparece en un lago y es encontrado ahogado. El británico que está de
vacaciones en Palma de Mallorca y se precipita desde un séptimo piso al hacer
balconing estando borracho. El autobús que queda colgando en un puente al
estilo de las escenas del cine. El matrimonio y sus hijos, aparecen todos
muertos en su domicilio en lo que parece es un parricidio… ¡por favor!, ¿no hay
nada positivo que compartir?
Es por ello, y por el machaque
exprofeso para aburrir a la gente y que deje de atender las noticias para poder
obrar los malos con mayor libertad, que me decidí por lanzar unas letras con el
ordenador. Gano más escribiendo, gano satisfacción interior, disfruto y no
salgo en la lista de los amnistiado por el ex ministro Montoro. Ustedes que
verán los informativos de televisión, pongamos por caso, han oído todo cuanto
he dicho porque ha ocurrido en los últimos días, y también han oído la sarta de
mentiras políticas, las traiciones con lacitos de colores que nos sirven los
políticos, muchos de ellos no todos, pero sí casi todos… ¡sálvese el que pueda!,
y que su cobardía no le traicione.
Se está preparando una burbuja
inmobiliaria seria y están a verla venir en lugar de salir a su encuentro para
frenarla o remediarla. Después vendrán los créditos a tutiplén, la gente que
pierde los trabajos, la gente que no puede seguir pagando sus créditos y los
nuevos desahucios. Los bancos que no cobran y se quedan con un montón de pisos.
Entonces comenzará la banca a decir que van a quebrar si no le ayudamos y el
Gobierno se volverá a plantear si regalar nuestro dinero o que los ahorradores
pierdan sus depósitos… y vuelta a empezar… otra crisis. Recortes, menores
salarios, amenaza de pérdida de empleo, subida de precios, se vuelven a
congelar las pensiones, los listos de turno nos vuelven a hablar que hay que
trabajar más y ganar menos, y la precariedad laboral se hace aún más precaria.
Los pobres más pobres y algunos un poco más ricos, y como hay pisos de sobra,
de camino, el hijo de algún renombrado político hace su agosto vendiéndolos a
algún desalmado fondo buitre que se encarga de echar a los inquilinos a la
calle.
Todo esto volverá a suceder y los
responsables dónde están, ¿hay responsables en este país?, ¿la historia sirve
para aprender de ella y no cometer los mismos errores?... podría ser, pero si
los listos se dieron cuenta que hacer esas maniobras de arruinar a la
ciudadanía les vale al clan mafioso para dominar con mayor poder y mayor
riqueza… repiten. A esa gente le importa un pimiento lo que sufra la ciudadanía
trabajadora, a muchos políticos tampoco, estamos viendo que les ayudan a
empobrecernos. Conclusión: estamos alimentando a un puñado enorme de gente, que
nos cuestan un riñón, o un ojo de la cara si os gusta más perder una cosa en
lugar de la otra, para que nos acuchillen por la espalda, que es lo que hacen
los cobardes.
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