Este es una vergüenza de país,
así de entrada, muchos hablan de democracia pero no hay tal sino un coctel que
contiene algo de ella. Muchos hablan de transparencia pero ya sabemos cómo se
las gastan cuando tienen la obligación de dar a conocer a la ciudadanía datos
esenciales sobre los mangantes. Muchos dicen ser republicanos o sentir como
tales y se arrodillan ante los monarcas. Muchos reconocieron la corrupción
bestial del PP y llevan un mes difundiendo y dando cancha a ese mismo partido
por los medios. ¿Se ha vuelto loca la gente que está a los mandos de los medios
de comunicación y del Gobierno? Al menos la enfermedad de la incoherencia aguda
les ha afectado gravemente el cerebro.
Si juegan a romperle la cintura a
la gente, lo están consiguiendo, gracias a los regates imposibles. La traición
envuelta en debilitada legalidad es hiriente, duele, hace daño y la
credibilidad en los medios y en los políticos pasa por sus horas más bajas. Hay
medios de comunicación pequeños actuando de un modo más independientes, no me
refiero a ellos, hablo de aquellas televisiones, radios y diarios
pertenecientes a grandes grupos de comunicación, que son los que dependen de
los poderes monetarios que les van marcando la pauta de la información. Es una
vergüenza, la que están dando con las primarias del PP, que debían haber pasado
sin pena ni gloria, no como las han emitido, como si fuera una decisión crucial
para el futuro de España. Es una vergüenza que un partido que debiera estar
inhabilitado por los innumerables casos de corrupción, ocupen un mes de la vida
de los españoles y cantidad de horas de retransmisiones televisivas y radiofónicas…
¡es una vergüenza! El IBEX35 y los bancos mandan, deben ser los dueños de los
medios y se habla de lo que ellos quieren que se diga. Han querido centrar la
opinión de la gente en un partido de mierda y casi lo han conseguido, yo escribo
sobre lo mismo por la indignación que siento.
Si los que hacen las leyes no las
modifican a nuestro favor, si los que nos deben proteger nos apalean en nuestra
lucha porque las cosas cambien, la ciudadanía se encuentra indefensa frente al
frontón que han erigido en su favor, el de ellos, el de los políticos. Nuestros
empleados se han sublevado contra los que les pagamos, hacen leyes que nos
perjudican, hacen leyes que evitan la transparencia, hacen leyes que consiguen
la impunidad de los mangantes de su clase… ¿qué nos dejan, qué nos queda? Está
mal decirlo, pero solo nos dejan la lucha, la lucha en las calles, la presión
social, y aun así escuchan lo que quieren, los pensionistas llevan manifestándose
meses y les dan migajas. Un insignificante 1,6% no le arregla a nadie la vida,
ni siquiera le hace estar al ritmo de la subida de los precios. Los precios
suben sin control y eso significa pérdida de poder adquisitivo a pesar de ese
1,6% previsto de subida de las pensiones. Las pensiones se tienen que subir a
lo que pida la ciudadanía que es la que paga los impuestos, no a lo que digan
los políticos que son nuestros empleados. La casta es que no se ha enterado
todavía. La ciudadanía tiene que decidir todos los asuntos y ellos obedecer,
buscando la forma de hacer posible lo que la ciudadanía proponga, no al
contrario. Debemos tener los mecanismos para pronunciarnos en cada momento y si
nos lo hay, hay que inventarlos. Si no nos escuchan, no nos queda otra vía que
la violencia. Es triste decirlo, pero es así. Valoremos la siguiente
suposición: en tu casa se meten unos ocupas, y la ley les protege a ellos, y no
tienes forma de recuperar tu casa, o te armas de valor y la defiendes por la fuerza,
o ya la puede dar por pérdida. Es una realidad triste a la que nunca se debiera
llegar, pero al fin y al cabo es una realidad. Igual sucederá un día con los
políticos, o se dan cuenta que tienen que obedecer a los que les pagan y
trabajar para el bien de todos, sin robarnos y sin dedicarse a la corrupción y
a traicionarnos, o llegará el día en que surgirán reacciones violentas contra
ellos… la olla explotará, no se puede seguir abusando de la población como lo
están haciendo. No se nos puede seguir ocultando las traiciones como si fuéramos
niños pequeños o personas idiotas. Todo el tinglado llamado España existe
porque muchos españoles, casi todos menos esos mangantes autorizados por el
régimen de la corrupción y la oscuridad, lo mantenemos con nuestra aportación,
nuestra tributación, esa que se niegan a pagar todos esos que ahora protege el
Gobierno no difundiendo sus nombres. Ya está bien de proteger a los
delincuentes, eso es lo que hace el Gobierno cuando se niega a dar a conocer la
entidad de los delincuentes que no tributan como el resto de personas decentes
de este país. Ellos serán los únicos responsables de los futuros actos
violentos o terroristas. Serán todos aquellos que sigan ofendiendo, violentando
e indignando a la población.
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