En cuanto el
PP gobierna, comienza lo que sabe hacer muy bien, y quedó demostrado en sus
últimas legislaturas, hacer marrullerías monetarias, desvíos de dinero,
distraer euros, malversar en definitiva, y hacer que se le pierda la pista de
adónde va a parar.
Un claro
ejemplo de este proceder oscuro y tergiversado es el caso del apartamento, o
apartamentos de lujo, de la presidenta de la comunidad de Madrid, la señora
Ayuso, porque todavía no nos llegamos a enterar si usa un apartamento o es un
dúplex.
Como casi
siempre se han resuelto estos asuntos, más cercanos a la corrupción que a la
honestidad, un funcionario, el Secretario General Técnico, ha sido cesado por
el Gobierno de la Comunidad de Madrid. El que no se calla, el que tire de la
manta, el que se atreva a destapar cualquier operación dudosa de ser ilegal o
una traición a las arcas públicas y, por tanto, a la ciudadanía, en este caso
madrileña, es condenado, eliminado, quitado de en medio. El mundo al revés, el
que delata al traidor, es expulsado por traidor al sistema político corrupto.
Esto fue muy habitual con Rajoy al mando, algunos funcionarios siguen todavía
hoy padeciendo el desempleo y las acusaciones judiciales, por haber cumplido
con su deber y haber denunciado casos de corrupción flagrantes cometidos por
políticos.
Por un lado
han justificado la contratación del/los apartamentos de lujo como medida de confinamiento
y aislamiento de la presidenta Ayuso ante su positivo por coronavirus, pero se
sabe que las conversaciones para la contratación de dichos apartamentos se
llevó a cabo días antes de conocerse los resultados del test. Peor aún y más
inexplicable es que, igualmente, días antes, Ayuso estrenó un centro de control
permanente en la Real Casa de correos, sede del Gobierno madrileño. Ayuso
ocupaba el apartamento el 16 de marzo, pero hasta el 6 de mayo no aparece un
comunicado de prensa de la Comunidad anunciando la aprobación de un gasto de
806.193,15 € para la contratación del/los apartamentos durante tres meses.
El 12 de mayo
la Comunidad publicó en su portal de contratación que el adjudicatario había
sido Room Mate, pero ya el importe había cambiado, entonces era de 565.749,62
€. Finalmente, esa publicación fue modificada por otra que decía que el
adjudicatario del contrato era Coordinadora del Tercer Sector y por importe de
240.443,57 €.
¿A qué se dedica
esa tal Coordinadora del Tercer Sector? (según su Web):
·
Congresos y seminarios
formativos así como actividades educativas tales como la elaboración de
estudios de investigación, publicaciones web y en papel.
·
Servicios de asesoramiento
técnico, jurídico, laboral, de calidad y de gestión de las pequeñas y medianas ONGs
de la Comunidad de Madrid.
·
Prestación de servicios de
compra mancomunada de productos, bienes y servicios ante terceros para mejorar
el acceso a estos de las pequeñas y medianas ONGs de la Comunidad de Madrid.
·
Campañas y procesos de
micro-mecenazgo, recaudación de fondos para fines sociales y de apoyo a la
creación y mantenimiento de las pequeñas y medianas ONGs de la Comunidad de
Madrid.
Ahora todavía
se llega a entender menos, qué hace esta colaboradora de ONGs apareciendo como
adjudicataria del contrato turbio de alquiler del/los apartamentos de Ayuso.
Esta muchacha ya nos la lio con el préstamo fraudulento de la empresa del
padre, que nunca llegó a devolver, y creo que se ha vuelto a meter en un jardín
encharcado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario