Imagen: eldiagnosticoenfermero.es
De momento
estamos todos inmersos en los partes del Sr. Simón, en las medidas del
desconfinamiento del Sr. Illa, y sabemos, de paso, que todo este estado de
contagio y prevención del mismo mediante el confinamiento, va a deparar una
gran oleada, un tsunami, de empobrecimiento generalizado. Quizás no seamos
capaces de estimar cuánto vamos a perder, cómo vamos a quedar, por lo que
algunos borregos solo están centrados en las subvenciones, solo ven que podamos
seguir si el BCE suelta la pasta, o si vienen otros a invertir a España, que
muchas veces, quiere decir que le vendamos algo muy nuestro y rentable.
Este es el
momento de mentalizarnos para tratar de comprar lo nuestro, lo que se fabrica
en España, porque se trata de apuntalar lo de aquí asegurando la pervivencia de
nuestras industrias y con ello nuestros puestos de trabajo. Así de este modo
nadie nos habla, mensajes como este están prohibidos en los medios masivos de
comunicación porque se deben a la globalización, pueden perder contratos
publicitarios de marcas que no son españolas. El negocio de algunos ayuda a
hundir un país, o impide que se pueda levantar, todo tiene dos caras como vemos
con este ejemplo de la publicidad y los medios de comunicación. Si nadie nos
habla de esto y mucha gente ya no piensa sin que la tele hable por ella, cómo
vamos a mentalizarnos de que ahora toca consumir lo español, lo que se fabrique
aquí, lo que nos da empleo.
El Gobierno no
puede estar siempre pensando en el dinero fácil, para eso ponemos la máquina a
funcionar y en horas tenemos millones de papeles coloreados… ¡venga, billetes
para todos! Esto es lo que parece exigirle el Gobierno a la UE… ¡tiren el
salvavidas!, porque la dejadez, la inoperancia, la falta de imaginación, la
pereza de estudiar los asuntos a fondo para lograr hacer un proyecto de país,
no les permite avanzar o crear algo diferente que nos encamine hacia la
autosuficiencia, sin que tengan que venir a meter las narices donde nadie les
llama. Cada vez que vienen inversores, esos que tanto veneran nuestros inútiles
políticos, se empeña un trozo de España, se hipoteca el bienestar de la
ciudadanía española, la deuda nos ahoga mientras otros nos saquean.
Veinticuatro
horas al día de información e inflamación de las meninges con tanto contagio y
cifras perniciosas, pero ni una sola investigación abierta para descubrir el
origen del virus, del ataque mundial, de esta guerra contra todos los países.
China reacciona amenazando a cualquier país que quiera conocer el origen del
virus, como mínimo es sospechoso y habría que hacer un frente común para
conseguirlo… ¡muros más grandes han caído! China no debe ignorar que alguien es
fuerte no porque tenga mucha tecnología, no porque tenga hecha una inversión
bestial en industrias, no porque tenga mucha de mano de obra barata, sino
porque le compren sus productos. Si nadie te compra, ya puedes tener de todo lo
citado, que para nada te valdrá, te tendrás que comer lo que haces. La gran
potencia económica mundial, se puede quedar sin la palabra “gran” en el momento
que los demás acuerden no comprarles sus productos… ¡ojo!
Esto es una partida
de parchís, y como todos se pongan de acuerdo en matar las fichas amarillas, es
muy seguro que todas las fichas amarillas terminen en la casilla de salida.
Seamos más modestos, proyectemos exentos de avaricias enloquecedoras. Seamos
más realistas, dimensionemos nuestra industria más acorde con el consumo
interior. Tratemos de fabricar de todo a unos precios asequibles para el
consumo nacional, y si de paso sobra, se vende fuera, pero que ese no sea
nuestro primer objetivo de crecimiento. Mentalicémonos del consumo de lo
nuestro, esto es fundamental y vital. Necesitamos darle vida a nuestras
industrias, hay que diversificar, debemos tratar de importar lo sucinto y
necesario. No se puede ir por ahí firmando acuerdos de comercio que hundan a
nuestras empresas. Nuestro Gobierno debe trabajar mucho más en que la población
española tome conciencia en la línea que voy exponiendo… apoyar lo nuestro,
nuestra industria, nuestros puestos de trabajo. Nuestro tejido industrial tiene
que crecer para cubrir otras especialidades en las que no entramos o entramos
poco. En España hay gente tan válida como las de otra zona del Planeta. Somos
capaces de trabajar y fabricar lo que hagan otros. Hay tecnología suficiente y
gente preparada para abordar un nuevo proyecto de país. El gobierno debe salir
de la zona de confort de las subvenciones de la UE y los teatrillos
parlamentarios, tiene una obligación esencial, que no es otra que proyectar un
país de futuro con posibilidad de dar empleo a todos los ciudadanos con edad
para trabajar y disposición de hacerlo. Es su obligación como Órgano Central
del conjunto de la ciudadanía, mantenido por todos nosotros, ¿por qué no
podemos construir factorías para darnos trabajo nosotros mismos?, El Gobierno,
la Administración, no es nada ajeno a todos, están ahí para velar por el
bienestar de la gente y la buena marcha del país en todos los ámbitos de la
vida. ¡Señores políticos, salgan de la zona de confort!
No hay comentarios:
Publicar un comentario