Imagen: www.telemadrid.es
Así es como
funcionan los políticos, las culpas son de los contrarios, el caso es ensuciar
la imagen que la gente pueda tener de los que no piensan como ellos. Esto es
una constante en el modo de hacer política en el país, porque hacer política
para casi todos es derrocar al partido que esté en el poder para ponerse ellos.
Ayer pudimos
ver como la Presidenta de la Comunidad de Madrid incumplía totalmente con las
normas de confinamiento, reuniendo a cantidad de gente agolpada y sin orden
alguno en las puertas de IFEMA, porque era muy importante hacerse la foto por
la clausura del hospital portátil que se desplegó en sus pabellones para
atender el aluvión de contagiados que tuvo Madrid. Una vez más, los políticos
se mostraron irrespetuoso con las leyes que ellos mismos dictan, ¿acaso no
sabía la Sra. Ayuso que hacer un acto de este tipo no iba a desembocar en una
reunión multitudinaria de todos los que aprovechan para aplaudir, otros para
protestar y muchos para salir en la foto?
Los bares no
se pueden abrir porque son centros de reunión de gente, y si lo hacen, como ya
vienen diciendo tendrá que ser con mesas al aire libre separadas al menos dos
metros, pero conglomerarse en un acto inútil no tiene el peligro que podría
representar que ese conjunto de personas hubieran estado en una disposición
semejante en un bar. Con ello no quiero decir que se abran los bares de
cualquier manera, sino que, de nuevo, tal como cuando Rajoy se saltaba el
confinamiento, la ley no es igual para todos, ni obliga a todos por igual, pues
sabemos que depende de los amigos que se tengan dentro de la judicatura y
dentro del gobierno. Esto siempre ha sido así, y de ello dependerá que se
castigue con mayor rigor o con ninguno, pues dependiendo del infractor se ponen
en marcha todos los mecanismos de retraso de la justicia hasta que el delito
cometido va prescribiendo… ¡que en eso, algunos se dan un arte… que ni te
cuento!
Ya han
aparecido los culpables, según la Sra. Ayuso, son los de PODEMOS, que
convocaron al personal sanitario para que fueran allí a protestar, y claro,
fueron ellos los que provocaron la aglomeración. Alrededor de esta señora se ve
cantidad de gente trajeada que se agolpa en cuatro metros cuadrado, gente que
le acompañaban a ella, gente que ya por sí estaban tan cerca que incumplían las
normas para estar en la calle, aparte de que la clausura de un hospital no es
motivo esencial como para provocar esa situación de posible contagio, la foto y
la noticia de haber triunfado en la Comunidad contra el virus, que es lo que
pretende significar dicho acto y hacer llegar a la población, sí debe serlo
para los políticos que viven de la imagen.
Lo que pienso
es que siempre estamos bajo la dictadura de los que gobiernan, pero son
dictados para que los cumpla la ciudadanía, ellos, los políticos se los suelen
pasar por el arco del triunfo. Si no se saltaran las leyes y las normas, no
existiría la corrupción a la que tan fieles son. Si no tuvieran intereses
monetarios ocultos hubieran agotado la producción de mascarillas y equipos de
protección de las empresas españolas antes que comprar a China por dos o tres
veces, o más, materiales defectuosos e inservibles, que no protegen adecuadamente.
¿Qué ha sucedido, que las empresas españolas no daban comisiones como las
empresas chinas?, ¿qué clase de patriotas son los del gobierno que prefieren
que haga el negocio las empresas chinas antes que las empresas españolas? Hace
unos días dijeron en radio que las empresas españolas que tenían stocks
amplísimos estaban vendiendo a otros países vecinos, puesto que el gobierno
español no les había pedido materiales de los que tanto han necesitado nuestros
sanitarios. Estas empresas españolas sí tenían materiales con la homologación y
características propias para que nuestros sanitarios hubieran tenido una
protección adecuada y sus vidas no se hubieran puesto en peligro, como sí se ha
puesto con los materiales que les ha servido el gobierno. ¿Hay una partida de
inútiles en el gobierno cuando compran materiales deficientes o de mala
calidad?, ¿siguen jugando a derrochar el dinero público, como tan bien saben
hacer?, ¿Han comprado a aquellos que mejores comisiones les han dado, como nos
tienen acostumbrados?
La falta de
honestidad de los gobiernos, las prisas en este caso y tener los asesores más
inútiles que se puede tener, lleva a las situaciones que hemos vivido durante
todo lo que llevamos de crisis. Los sanitarios no se han dejado de quejar
porque no les llegaba el material de protección propio para realizar su trabajo
sin riesgo, o con el mínimo riesgo, de enfermar. Mientras tanto, los políticos
negociaban a ocho mil metros de distancia, cuando tenían lo que necesitaban a
escasos kilómetros, beneficiando a las empresas españolas y a los sanitarios,
porque no se hubiera demorado tanto el material en estar en sus manos… ¡pero
entonces se hacen las cosas bien!
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