La vida
política ha incrementado las expectativas, está más efervescente que nunca, al
menos hasta cuando soy capaz de recordar, ha devuelto ilusión y esperanza a los
ciudadanos aunque los de siempre solo saben utilizar el rasero de la cantidad
de votos, de quienes están por delante de quienes y además están muy ocupados
procurando crear una imagen que desmerezca a sus oponentes ideológicos. Es una
auténtica pena que pierdan el tiempo tan miserablemente, debatiéndose entre su
resistencia a perder sillones y en la carrera de los colores de partido.
Mientras esto sucede, la gente continúa con sus problemas y pocos hablan de
proyectos para paliar el mal que han generado los de la carrera de puestos y
votos, nos ha quedado claro que ellos son el partido más votado aunque sea el
que menos ciudades y autonomías gobiernen, pero con eso ya se conforman.
Fijaros si
tiene mal perder los soberbios del PP, que han pasado por lo uno y lo
contrario, por la descalificación y el deseo de pactar con aquellos a los que
trataron de tirar por los suelos, siguieron con la campaña del miedo porque
según ellos ha llegado el coco a la instituciones y como nada les ha dado
resultado la soberbia les vuelve a traicionar y emiten un comunicado culpando
de todo al PSOE por haberse “radicalizado” y haber abierto las puertas “al coco”.
Este pataleo de niño chico o niño mimado más bien, dice mucho de cuanto hay del
ordeno y mando, de cuanto hay de frustración reprimida, etc. ¿Cómo entiende
esta gente lo que ha hecho?, traicionar al electorado omitiendo punto por punto
todo lo prometido en su programa electoral; ser una banda de saqueadores de las
instituciones como hemos podido saber gracias a la labor periodística; haber
gobernado para los poderosos y no para los ciudadanos, haber hecho todo lo
contrario y todo lo que le reprochaban al PSOE, ¿se creen que los ciudadanos
somos tontos, no tenemos memoria, o qué piensan? Les hubiera gustado que todo
se lo hubiéramos perdonado, y tal como están acostumbrados a corromperse y a
esquivar la justicia, ya les hubiera agradado hacernos un finta perfecta y
rompernos las caderas porque el corazón ya nos lo partieron hace algo más de
tres años.
Lo que he
visto en estos casi cuatro años es: ordeno y mando, el uso de una mayoría
absoluta para dar la vuelta al país, o sea hacer todo lo contrario a lo
deseado, no tener en cuenta a los ciudadanos, recortar en todo aquello que
nunca se debió hacer: en dependencia, en educación o en sanidad. Y por
supuesto, nunca se debió permitir que cayeran tantas empresas para evitar que
cayeran las entidades financieras, que son entidades privadas, con la excusa de
que se salvaron los ahorros de la gente. La gente mete su dinero en un banco y
saben el riesgo que sufren, ¿por qué ha de responder el Gobierno con cien mil
euros de las malas gestiones o de las adversidades de una empresa privada, lo
hace con la empresa de fulanito o de menganito? Por qué ha de inyectar dinero
de todos, o del que tendremos que pagar todos, en las entidades bancarias. No
nos han consultado nada a pesar de tener a cargo del barco económico al Sr.
Guindos, el “de” de bien vestir lo suprimo, ya estoy harto de maquillajes,
estuvo al mando de la gestión de empresas que se hundieron y dieron lugar a
todo este fracaso financiero llamado crisis; es entonces cuando el lucido de
Rajoy lo pone al frente de la gestión económica de España, un aplauso para la
gestión de los salvadores del rescate, para los que están maquillando las
cifras del paro y de los empleos creados y para los que han cambiado el
concepto de empleo estable y digno por algo que no sirve para nada, aunque como
dicen trabajar dos horas al día es mejor que no tener trabajo, y cobrar
trescientos euros al mes es mejor que no cobrar nada, total doscientos te los
gastas en transporte, ese no es el problema de los que han facilitado este nuevo
y regenerado ámbito laboral, gracias Rajoy.
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