Ya está bien
de que el Estado mire para otro lado y no reconozca a los hijos mayores de edad
o de veinticinco años que tenemos en casa. Por qué no es motivo de gastos para
una familia, una persona por tener más edad de la establecida en un papel
firmado. Lo que queda claro es que el Estado ha sido incapaz de gestionar de
tal modo que nuestros hijos puedan conseguir un trabajo y puedan construir sus
vidas.
Si vas a
solicitar una prestación, una ayuda, algo, porque te has quedado sin trabajo y
sin paro, te hacen, graciosamente, unas cuentas según ha firmado el de la
Moncloa y sus acólitos o monaguillos, todos ellos bien pagados y muchos de
ellos culpables de haber metido la mano en la caja o, al menos, de haber
consentido que lo hicieran; de tal manera que no te corresponde, pues mis dos
hijos deben ser invisibles para el Estado, ni más ni menos.
Hoy, con el
sueldo ajustado de cualquier empresa, bien recortado y rebajado con la excusa
de la estafa que estamos padeciendo los más pobres, con la perdida de las pagas
extraordinarias, que aliviaban bastante para hacer o adquirir aquello que
durante todo el año no podías permitirte, o sencillamente, se empleaba para
pagar el seguro del coche, el de la casa, pintar o pagar algún imprevisto, etc.;
ahora no puede ocurrir nada extra porque sabemos que se tiene, irremediablemente,
que quedar sin atender.
Los sabios de
la Moncloa, que desde luego estarán centrado en otros temas y no en los
problemas de los ciudadanos, consideran que los hijos solteros, que viven en
casa, si sobrepasan una edad, no se consideran esa palabra fea que le han dado
en llamar: “carga”, familiar para más inri. ¿Pero, señores, ustedes en qué
mundo viven?, es que no se enteráis de nada, pagamos hipoteca, luz, agua, teléfono,
internet y tenemos la mala costumbre de comer a diario. ¿Son ustedes capaces de
hacerlo con algo más de mil euros?, España ha perdido el Norte y el tren del
progreso, se ha conformado con ser el rincón de diversión de Europa, el bar de
copas de los que si tienen salarios dignos, industrias y otro ritmo de vida.
¿Es que son mejores, saben más, son más listos o es que sus países han sido
mejor gestionados que el nuestro?
Mi padre
siempre ha dicho: “y al guarda, quién lo guarda”, esto es lo que ha fallado
aquí, que los que debieron haber velado por lo que es de todos y haberlo puesto
a buen recaudo e invertido en crecimiento industrial, tecnología e
investigación, en una educación puntera, etc., se vendieron a los caprichos de
los nuevos aires que soplaban de Europa. No digo que no haya que crear un espacio
común, pero que no implique el crecimiento de unos a costa del decrecimiento de
otros. España dejó en el camino parte de su potencial industrial, de su
producción agrícola, ganadera y pesquera para contentar a los del Norte de los
Pirineos y más allá. Esto tiene un precio y unas repercusiones para todos los
españoles, ¿quiénes van a rendir cuentas y van a pagar por ello?, ¿gestionar de
cualquier modo y con cualquier consecuencia derivada de esa mala gestión, sale
gratis en España?, parece que sí.
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