De nuevo los
partidos políticos se alinean esperando el pistoletazo de salida. A pesar de
que no se ha oído la explosión del detonante, cada formación aprovecha sus
intervenciones en los medios para hacer campaña. Ruido y ruido, más de lo mismo
y, lo peor de todo, es que nos quedan sesenta días aproximadamente para volver
a encontrarnos en la dispersión que la
ley actual es incapaz de resolver.
Sesenta días
para que el Estado suelte la panoja, y de nuevo los partidos ingresen en sus
arcas la pasta de los españoles, otro porcentaje similar al que cobraron hace
apenas cuatro meses. Algunos dicen que esto es invertir en democracia, yo le
llamo tomadura de pelo y poca vergüenza. Los que hablan de democracia defienden
un modelo que no lo es, que no es democrático, sino un sistema bien calculado y
pensado, corrupto, manipulador y opresor. A mi no me convence este estamento
llamado Estado de derecho, porque es evidente que carece de honestidad, de
justicia, igualdad, moralidad y humanidad.
Muchos de los “artistas”
que han practicado su performance pública, solo han servido sus nombres para
que ocupen un lugar en los despachos de las Instituciones, o en las listas de
chorizos de este país, en las cuentas bancarias en Andorra, Suiza, Papeles de
Panamá, y en los infinitos casos de corrupción que se extienden por toda la geografía
española. Muy pocos se salvan del horror de la piratería, de la mangancia, de
la delincuencia y el fraude, en una España que ellos mismos han creado a su
imagen y semejanza: La España proyectada por chorizos, para el disfrute de los
chorizos.
Si muchos
individuos no temieran tanto perder sus carguitos, y hubieran arremetido, en
serio, contra los maleantes de traje, pelo corto, gomina y aspecto “envidiable”,
no habría espacio disponible en las cárceles del territorio español. Cómo no va
a atacar Ignacio Cosidó (Director de la
policía) a PODEMOS, cómo no va a decir de estos que son un peligro para la
democracia; si él es del lote, vive del sistema corrupto al que ayuda junto con
los de su color. Cualquiera que se plante frente al bodrio institucional y putrefacto,
que está suplantando a un verdadero y honesto Estado de derecho, es considerado
un enemigo público de lo que es privado de ellos, de esos que están chupando y
robando. Por eso, las palabras descalificantes de un mandado como el Sr.
Cosidó, no es preocupante en absoluto. Dicho señor debería preocuparse de hacer
su trabajo de seguridad, y meterse menos en política, sobretodo, debe mantenerse
alejado de señalar colores y siglas. Comprendo que quiera decir algo a favor de
los malos, por si acaso suena la flauta y puede mantener el puesto de trabajo.
¿Hay algo más
terrible que perder el puesto de trabajo y quedarse sin ingresos?, pues ese “terrorismo”
ha resultado de las políticas de austeridad y de la falsa crisis que los
poderosos del poder financiero nos han colado, pero esto si le ha debido
parecer bien al Sr. Cosidó; puesto que sus siglas son cercanas a los banqueros
y a los grandes empresarios, responsables de todo el tsunami económico en este
país. Aunque tuvieron la poca vergüenza de culparnos a los pobres ciudadanos,
que seguíamos levantándonos cada día para sacar adelante nuestros trabajos y a
nuestras familias. ¡Viva el desmantelamiento del sistema corrupto actual!
No hay comentarios:
Publicar un comentario