Cinco años
dura ya la guerra en Siria, las bombas siguen cayendo, son obra de diferentes
actores, y lo cierto es que bombardean indiscriminadamente, destruyendo
hospitales, escuelas y ciudades enteras. Cuando se den cuenta, Siria será un amasijo
de escombros sin habitantes. Una ciudad fantasma, que hasta quedar desierta
habrá originado todo el dolor imaginable, y un poco más. Habrá que preguntarse:
¿para qué habrá servido causar tanta desgracia y miseria?, ¿por qué, esto tiene
algún sentido?
Cuando se oyen
las noticias, parece ser que Siria está gobernada por Bashar al-Ásad a quien se
culpa de todo el conflicto, pero tras leer una entrevista concedida al diario
El País, te quedas en duda de todo lo que creías saber. Hay demasiados actores
metiendo brasas en el fuego, por un lado Turquía, a quién culpa al-Ásad de
introducir a terroristas y armas desde el principio; por otro lado está Arabia
Saudí, a quien culpa de financiar a los grupos opositores y terroristas. El
presidente llega a decir en la entrevista, que hay más de 80 países respaldando
a los terroristas en su país, o es demencia, o hay intereses en ese pequeño
país, que escapan a mi raciocinio.
En la entrevista
se posiciona, en varias ocasiones, a favor de un final democrático y político,
dialogado y sin armas. Pero deja bien claro, que en su país hay mucha
confluencia de etnias, sectas y religiones, que hace muy complicado que lleguen
a ponerse de acuerdo. Y como dije antes, según el presidente, Turquía no deja
de pasar terroristas y armas a su país para dar cobertura a las posiciones
opuestas al régimen. Ahora Turquía bombardea desde su territorio.
El Presidente
apoya las acciones militares de Rusia, porque dice que lo hacen contra las
posiciones de los terroristas y los rebeldes opuestos al presidente, pero
critica las acciones de EEUU, haciéndoles responsables de los ataques a centros
civiles, hospitales, campos de refugiados, etc. También arremete contra Europa
por el embargo impuesto a su país, pues como dice, el embargo no afecta al
Gobierno sino a la gente, a la población. Es por ello, que el embargo en nada
ayuda a mantener a los sirios en su país, pues son ellos los que sufren las
consecuencias y las carencias, ¿cómo van a volver?
Lleven razón
los unos o los otros, lo cierto es que el país está quedando hecho un desastre,
las gentes se han quedado sin viviendas, sin servicios, sin trabajo, sin dinero
y sin alimentos; por lo que se juegan la vida para alcanzar otra tierra que les
de lo que las bombas les han quitado. El futuro en Siria es bastante incierto
y, mientras tanto, sus habitantes tratan de encontrar algún país que les acojan
y donde puedan vivir dignamente, lo que tampoco está resultando nada fácil. Hay
una burocracia muy enrevesada, Europa pasa una crisis, todos estamos regular, y
el sentido de lo humano se ha extinguido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario