Hoy mis letras
son un reconocimiento a la labor del joven médico Oriol Mitjá, un investigador
especializado en enfermedades infecciosas, que actualmente trabaja en el Instituto
de salud Global de Barcelona y en el centro médico de Lihir, en Papúa Nueva
Guinea. Lihir es una zona con un gran cráter de cuyas entrañas se han extraído
280.000 kilogramos de oro en los últimos 15 años, pero donde la mayoría de sus
habitantes, negros con el pelo rubio, viven en la miseria.
En los últimos
seis años, el doctor ha llevado a cabo una investigación transformadora sobre
diagnóstico y tratamiento del pian, una enfermedad similar a la lepra. Esta
grave enfermedad de la piel, es una infección provocada por una bacteria que
ulcera la piel e inflama los huesos, que gracias al plan diseñado por Oriol
empieza a desaparecer del mundo. Este médico demostró que con la ingesta de una
sola píldora, se puede erradicar esta enfermedad que padecen 100.000 niños cada
año, que con el uso de calzado, agua corriente y jabón no la sufrirían.
Es una
enfermedad muy extendida en algunas islas del Pacífico, en centro África o en
la India. El tratamiento consiste en tomar una píldora de un antibiótico, que
hasta ahora se ha venido utilizando para la bronquitis y las anginas, la
azitromicina, que cuesta medio euro para los adultos y veinte céntimos para los
niños.
Mitjá llegó a
Lihir en 2010 para hacer una suplencia de un mes en el Centro médico y se
encontró con enfermedades medievales, incluida el pian, de la que nunca había
oído hablar. Decidió quedarse allí y luchar contra esta enfermedad olvidada.
Así fue como encontró el remedio. En su lucha, fue el propio Oriol quien compró
el medicamento y lo probó con 250 niños, que tomaron una sola pastilla, y a los
seis meses no había señal de la enfermedad. El médico pidió entonces dinero
para llevar a cabo una campaña de tratamiento masiva en la isla. Solicitó
ayudas al Ministerio de Economía de España, al Gobierno australiano, a la
Comisión Europea y al Wellcome Trust británico, pero las ayudas les fueron
denegadas. Solo la minera que explota la mina de oro del cráter de Lihir dona
al año 25.000 euros, y con ello Oriol obtiene unos resultados espectaculares.
Implementar el
plan de erradicación mundial del pian supone unos 300 millones de euros, difíciles
de encontrar en las zonas afectadas. Además, la farmacéutica Pfizer que obtuvo
un beneficio neto en 2015 de 7.745 millones de dólares, ha rechazado hacer una
donación de azitromicina con la que poder erradicar la enfermedad.
Hasta aquí
otra bonita historia de una persona que pone su conocimiento y su esfuerzo a
favor de los más desfavorecidos, para darnos al mundo un ejemplo de solidaridad
y amor por nuestros semejantes. ¡Gracias Oriol Mitjá!
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