Tenemos a otro
personaje oscuro de la política “peperiana”, el Sr. Cañete, salvado por la
campana de populares y socialistas en el parlamento europeo. El Sr. Cañete, de
momento, se salva de tener que comparecer y dar explicaciones por sus negocios
petroleros, sus acciones o intervenciones en el caso Aquamed, o los dineros que
su esposa tiene en empresas offshore de Panamá, así como su acogida a la amnistía
fiscal de Montoro.
Tenemos a la
concejal de C’s, Silvia Saavedra, que comparó a Ahora Madrid con regímenes
totalitarios y nazis. ¡A donde estamos llegando!, ¡vaya precampaña electoral!,
¿cuántas barbaridades y sandeces nos quedan por oír? Cuando faltan los
argumentos y las ideas, llegan los ataques, las malas formas y los insultos.
Nuevamente, asistimos a la exhibición de las malas artes políticas de los que
se sienten perdedores.
Según declaran
algunos, últimamente, va a resultar que los malos son todos aquellos que no
aparecen por Venezuela. Hace años estuvo de moda dar una vuelta por Cancún, y
ahora es la moda dar una vuelta por Venezuela y crispar a Maduro, ¡qué fijación
con ese país!, ¿dan algo en Venezuela? – posiblemente, votos, según lo creen
algunos de los que van a hacerse la foto. Esto no se había visto nunca en
España hasta que nació PODEMOS, y consiguió éxito en las votaciones. A partir
de entonces, el deporte nacional es lancear y cornear a esta formación, para
crear en la mente de los españoles que son lo peor de lo peor. Casi todos los
partidos hacen uso de las políticas del miedo, mientras que PODEMOS trata de
hacer las políticas el cambio. Aunque todos estos viajes del marketing se hagan
a Venezuela, que sepan todos ellos que si lo que están haciendo es luchar
contra las injusticias, las poblaciones reprimidas, etc., se van a tener que
convertir en Willy Fog, pues les queda un largo viaje alrededor del mundo.
Para terminar,
quisiera hablar del músculo que dice lucir Hacienda, cuando difunde la noticia
de que en este año han aflorado trece mil setecientos millones de euros, por
los que tributarán ochocientos cuarenta millones, el equivalente a un seis por
ciento de las cantidades ocultas al fisco delictivamente. De nuevo, ¡premio a
los chorizos de este país!, mientras el resto debemos tributar en sus fechas y
a porcentajes que rondan el cuarenta por ciento, ellos delinquen y lo hacen,
cuando les da la gana, al seis por ciento. ¡No es para indignarse, es para lo
siguiente…! Desde que Hacienda sacó el modelo 720, hace cuatro años, para que
pudieran declarar voluntariamente los dineros ocultos al fisco y se blanquearan
(ahora le llaman aflorar), han salido “de debajo de la losa” ciento cuarenta y
un mil millones de euros. ¿Nos está Hacienda invitando a todos a que seamos
delincuentes?
En definitiva,
los acuerdos de siglas y colores actúan de una manera torticera para salvarles
el culo a los infractores. Los insultos siguen siendo el deporte político
nacional para hacer ruido y no hacer nada. Los políticos van a donde sea que
les de votos, aunque hablen poco o nada de sus medidas y programas que afectan
a los españoles. Y que algunas instituciones como Hacienda, en este caso, vemos
que tienen varias varas de medir, una para los ciudadanos y, varias otras, para
los tramposos.
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