En los últimos
días hemos tenido noticias del vertedero de neumáticos de Seseña, una localidad
de la Comunidad de Castilla-La Mancha, dándose la particularidad que de los
117.000 m2 de superficie que ocupa, 22.000 m2 se
encuentran en terreno de la Comunidad de Madrid. Por tanto, el vertedero para
enfrascar más la gestión del mismo es responsabilidad de varios entes que se
deberían haber puesto de acuerdo: Junta de Castilla-La Mancha, Comunidad de
Madrid y Ministerio de medio ambiente. Ninguna de las administraciones
implicadas se explica cómo pudo crecer el vertedero de esa forma, pero el caso
es que tampoco ninguna de ellas se ha responsabilizado de que el vertedero
desapareciera.
En el vertedero
se estiman que habría unas setenta mil toneladas de neumáticos, que pueden
llevar acumulados más de diez años. En 1999 la empresa Disfilt, S.A. comenzó a
llevar a estos terrenos las primeras ruedas. En el año 2000, tras un pequeño
incendio, el vertedero fue declarado ilegal. Posteriormente, en el año 2003 se
le concedió una licencia de actividad. En 2009 un juez volvió a declararlo
ilegal por delito contra el medio ambiente, pues ya desde el 2005 existía un
decreto por el que se prohibía verter este tipo de desechos, teniendo la
obligación de reciclarse. En 2013 se encargó la gestión del vertedero a la
empresa Desechos y Gestión de Ruedas Iberia, S.L., que según la investigación
de la Guardia Civil (Seprona), incumplía varias normativas de diferente rango:
·
Incumple la Ley de residuos y suelos
contaminados. Por carecer de archivo físico o telemático del orden cronológico
de la procedencia y destino de los neumáticos.
·
Incumple el Reglamento de actividades molestas,
insalubres, nocivas y peligrosas. Por carecer de la licencia pertinente.
·
Incumple la Ley de Protección Civil. Por carecer
de un plan de autoprotección.
·
Incumple la Ley de Industria. Por tener residuos
debajo de un tendido eléctrico de alta tensión.
·
Incumple la Ley de Prevención de riesgos
laborales. Por no tener un plan especifico en esta materia.
Por todo
ello, se llega a la conclusión de que se trata del vertedero ilegal de
neumáticos mayor de Europa, situado próximo a una zona de viviendas y a solo 30
kms de la capital. Rodeado de campo y con un alto índice de riesgo de verse
afectado por un incendio, como ya avisaron en varias ocasiones tanto el Seprona
como el Ministerio de Agricultura. Pero, como sucede tantas veces en España,
hasta que no ocurre la tragedia no se solucionan las cosas. Por tanto, podemos
decir que ha habido desidia política para solucionar realmente este problema,
que en la actualidad ha afectado a numerosas familias que viven en las
proximidades de un vertedero que siendo ilegal, todos los políticos que deben
asumir responsabilidades, han permitido hasta que ha llegado el desastre.
Para
finalizar esta nueva dejadez política, he de decir que cada vez que nos ponen
neumáticos nuevos en nuestros vehículos, pagamos una ecotasa, incluida en la
factura, que es un importe destinado para el reciclaje de los neumáticos. Si
los neumáticos están abandonados a su suerte, ¿quiénes se embolsan las
ecotasas? Además me preocupa que los fabricantes de esos neumáticos no tengan
nada que decir al respecto, ellos han puesto toda esa basura en la calle, y son
ellos los que debieran hacerse cargo de sus desechos. No hay ninguna Administración
que se atreva a reclamarle a las multinacionales, no hay leyes severas en este
aspecto. No solo hay que producir y vender para obtener muchos beneficios, sino
que también hay que obligar a que se hagan cargo de la mierda que generan.
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