Ya pasaron las
elecciones vascas y gallegas y sabemos más de lo que ya se sabía: que el PP
sigue con su mayoría absoluta en Galicia, y que el PNV es el más votado, sin
alcanzar la mayoría absoluta, en el País Vasco. En el País Vasco tras el PNV
vienen empujando EH Bildu y el grupo de PODEMOS; PSE y PP se quedan en el vagón
de cola con solo nueve diputados cada una de esas formaciones.
GALICIA: 41 PP,
14 En Marea, 14 PSG y 6 BNG
En Galicia el
PP vuelve a consolidarse como el grupo más votado, obteniendo una holgada
mayoría absoluta, seguido por En Marea, que empata a diputados con el grupo
socialista gallego, quedando rezagado el BNG que solo obtiene seis diputados.
PAÍS VASCO: 29
PNV, 17 EH-Bildu, 11 Elkarrekin-PODEMOS, 9 PSE, 9 PP
Estos han sido
los resultados de las elecciones que se han celebrado este 25 de Septiembre.
Muchos albergaban esperanza de que dependiendo de los resultados de ambas
elecciones, saldría una posible o remota solución para el panorama
gubernamental español. Lo más significativo de ambas elecciones es la caída de
los socialistas que siguen en su línea de las últimas campañas, pierden y
pierden, más y más número de diputados. No sé si estos resultados le llevarán a
tomar alguna decisión en la futura investidura o formación de Gobierno para el
Estado español. El caso es que lo que vemos son las consecuencias de años de
giro de los socialistas españoles hacia el centro y el apoyo, en cosas que no
debieron hacerlo a las derechas y en contra de la ciudadanía en general y de
los obreros en particular.
Me parece que
no ha sucedido nada alarmante o significativo en estas elecciones, como para
que la política española de un vuelco. Preveo que todo continuará como hasta
ahora… bloqueado, por mor de los miedos de unos y otros, y porque de cara a la
galería algunos quieren parecer del centro… como si se pudiera mear en lata sin
hacer ruido. Algunos no quieren mover nada y con el inmovilismo pocas cosas se
pueden cambiar, pues las cosas no van a cambiar solo porque muchos se hayan
apropiado de la palabra: “cambio”. Hay que modificar la Constitución que tiene
maniatada la vida política, la libertad de acción, para condicionar las normas
a lo que requieren las necesidades de la población española. Las cosas han
cambiado mucho desde 1978, y no podemos seguir conducidos por leyes que están
fuera de lugar, que han quedado obsoletas y necesitan ser removidas o
reformadas.
Estas
votaciones vuelven a ser una muestra de que las urnas se han diversificado,
como viene sucediendo en las elecciones nacionales o generales, pero que hay
que aprender a gobernar con pactos y entre varias formaciones. Hay que superar
este aparente caos y convertirlo en una oportunidad para la colaboración desde
los diferentes puntos de vista, precisamente esa diversidad ideológica sirva
para enriquecer los proyectos, no para rivalizar y confundir. Las propuestas se
benefician de tener una base más amplia, más plural y que contemple más puntos
de vista. Hay que aprovechar esta nueva situación, porque los actores son más y
no tiene pinta de que vayan a desaparecer, aunque como hemos podido ver en las
dos elecciones que se han celebrado, los esfuerzos de CIUDADANOS, no han proporcionado
los resultados que la formación esperaba.
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