Hoy votan
vascos y gallegos, siendo la primera vez que tales votaciones tienen tanta expectación,
pues según algunos sus resultados pueden influir en la conformación del
Gobierno de la Nación. Hasta conocer la decisión de los gallegos y los vascos
todo sigue igual… suspendido. No se ponen de acuerdo ni para ir de cañas. Nadie
da su brazo a torcer y, sin embargo, los viejos del lugar quieren romperle el
brazo a Pedro Sánchez.
Pedro Sánchez
ha vuelto a posicionarse en estas campañas electorales, diciendo que su
decisión sigue siendo: ¡No!, no a Mariano Rajoy, no a un Gobierno del PP. Lo
dice alto y claro, enfrentándose a las voces de los viejos de su partido, al mismo
tiempo que ha accedido a celebrar un Congreso el día 1 de Octubre para
refrendar su postura, aunque puede suceder que de ahí salga una mayoría que
vote otra cosa bien distinta; ¿qué hará, entonces, Pedro Sánchez, agachará la
cabeza o se marchará por la puerta de atrás?
Mariano Rajoy
ya dijo hace unos días que está dispuesto a ir a las terceras elecciones, y que
no piensa hacer más intentos de hablar con unos u otros. Se rinde a la vista de
la falta de apoyos en la Cámara, e incluso se atreve a vaticinar que alcanzarán
todavía mejores resultados que en las elecciones del 26 J. No es de extrañar,
toda vez que habiendo saltado tantísimos casos de corrupción, la ignorancia de
la gente le alzaron con un mejor resultado electoral… ¡algo incomprensible!,
pero en España puede pasar de todo, por eso España es diferente.
Pablo Iglesias
y Albert Rivera tienen la llave de todo lo que se pueda hacer en este país para
conformar Gobierno. Si ellos quisieran y se pusieran de acuerdo en qué hacer
sin vetarse entre ambos, se podría poner en marcha la investidura de Pedro
Sánchez. Cuando digo: “en qué hacer”, me refiero a pactar políticas para la
gente, que es a lo que deben estar todos los políticos tengan la ideología que
tengan. Lo consigan por la derecha o la izquierda, qué más da, lo que importa
es el bienestar de la población, que es
lo que algunos han demostrado no es su prioridad y sí los negocios y las comisiones.
En este caso dije por la derecha o la izquierda en un sentido de dirección y no
de ideología política.
Así estamos,
esperando que esta noche sepamos los resultados de esos dos comicios, y ver si
sirve para que alguien mueva ficha a la vez que se desbloquea la situación.
Algunos dicen que si el PSOE se vuelve a estrellar, hará que Pedro Sánchez
valore su marcha o la abstención en otra poco probable investidura de Rajoy. Todo
parece estar en el aire, y lo único que deseo es que los resultados se ajusten
a lo que de verdad hace falta a la gente. Si es muy plural la distribución de
los votos, volveremos a la casilla de salida, siendo esto lo más probable
porque la gente en sí tiene pensamientos diferentes, que es lo que se
manifiesta en las elecciones una vez se quedó atrás el bipartidismo alternante
de los últimos cuarenta años. Algo que no es muy bueno, ahora tú, ahora yo, y
cuando no nos convenga algo nos ponemos de acuerdo para apartarlo, lo más
parecido a una oligarquía. Como hemos podido apreciar por la libertad para
delinquir de ciertos personajes políticos, no ha sido nada conveniente para los
intereses públicos y de la ciudadanía en general.
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