Por fin Rita
Barberá ha sido imputada y expulsada de la formación del PP, ¡ha costado, eh!, “el
caloré” no se ha ido así como así, las presiones han sido terribles desde todos
los frentes como hemos visto, mientras Rita ha estado escondida en su casa sin
ir a su puesto de trabajo en el Senado, cobrando, eso sí. Posteriormente, el PP
la metió en la comisión permanente del Senado y, por supuesto, aforada, para
tratar de que fuera todo lo intocable que la débil ley para estos casos, prevé.
Al final, es imputada, deja el partido pero se niega, como hacen casi todos, a
dejar el acta porque la falsa ley mantenida en el tiempo para permitir esta
jugada indecente, se lo concede… pasa al grupo mixto, al grupo de los malos.
Este parece que fuera el banco malo de la crisis financiera, pero en versión
burbuja política.
C’s se ha dado
patadas en el culo para apuntarse el tanto de la expulsión de la presunta
corrupta valenciana. C’s nos tiene acostumbrado a esto, ya que es el comodín de
la política española, que vale tanto para un roto como para un descosido. A
CIUDADANOS les valen tanto las ideas del centro derecha, como las del centro
izquierda, como las de la derecha más recalcitrante, se une como una lapa al
que tenga pinta de poder alcanzar el sillón y… ya caerá algo en su zurrón. Desde
todos los lados llovían las protestas por la impunidad con que se estaba
tratando el caso de corrupción valenciano, en el que estaba muy directamente
envuelta Rita Barberá, por haber sido alcaldesa de dicha ciudad más de veinte
años, y haber sucedido la cantidad tan terrible de casos de corrupción, cobro
de comisiones, blanqueo de dinero y financiación ilegal del partido del PP;
hasta el punto de tener que deshacer el partido allí, y sustituir toda la cúpula
por una gestora, porque la delincuencia en el seno del PP valenciano era
inadmisible y andaba ahogado en su propia mierda.
También hemos
sabido al margen de esta noticia, que como se han reanudado los juicios, muchos
del PP andan haciendo pactos con la justicia, fiscales y demás, para que a
cambio de contar todo lo que saben se les rebajen sus condenas. No tienen
bastante con lo que se han llevado, que nadie les exige en serio sea devuelto,
sino que ahora se quieren librar de la prisión, a ser posible. A parte de esto,
ya saben que las condenas para estos casos son de risa, así las vemos la
ciudadanía que sufrimos pacientemente los atracos continuados de estos
mamarrachos de la política, viendo que son amparados hasta que el descaro es
terrible y no tienen más remedio que ceder. Mientras tanto hacen una y mil
declaraciones apoyándoles desde dentro del partido, diciendo que confían en su
inocencia, proclamando que son honestos y de que están seguros que no han
tenido nada que ver con el delito que se les imputa; todos actúan de este modo
por complot de partido. Toda esa vergüenza tenemos que sufrir la ciudadanía,
toda esa risa en nuestras caras tenemos que soportar, pero no una o dos veces
en una legislatura, sino cientos y cientos de veces como ha sucedido con la que
parece no quiere esfumarse de una vez. En mis cincuenta y siete años no he
visto nada igual, un robo tras otro y al mismo tiempo cantidad de mangantes
driblando a la justicia, gente a la que parece no se les puede juzgar, a las
que nunca vemos sentadas en la sala de los juzgados, mientras utilizan una y
mil artimañas para esquivar la floja justicia de este país. Eso sí, floja para
los poderosos, seguro que para usted o para mí sería bien diferente, nosotros
no somos el honorable ni hemos sido el milagro económico español.
No hay comentarios:
Publicar un comentario