Con tanta impunidad instalada en
España sucede lo que sucede, que cualquiera que ocupe un cargo, un puesto de
poder, durante varios años, termina pringado. Ahora le ha tocado a Ángel M.
Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol, algo que era un grito
desde hace muchos años, siempre se han oído voces en ese sentido, incluso se
hablaba del amaño de las elecciones, pues siempre ganaba el mismo, a pesar de
contar con innumerables críticas y detractores.
Ángel M. Villar y su hijo, Gorka
Villar, presuntamente, tenían montado el kiosco para llevarse comisiones
procedentes de empresas que ellos favorecían para su contratación; además se
les imputan varios delitos: administración desleal, corrupción entre
particulares, falsedad documental, apropiación indebida y posible alzamiento de
bienes. En el fútbol se mueven cantidades astronómicas como todos sabemos y
oímos, así que se convierte en un pastel muy deseado, pero Ángel y su hijo, se
habían sentado frente a él, e impedían que cualquiera pudiera probarlo, querían
toda la tarta para ellos.
Ángel María Villar, ex futbolista
del Atlético Club de Bilbao, es presidente de la Real Federación Española de
Fútbol desde 1988, actualmente, también, es Vicepresidente de la FIFA y fue
presidente de la UEFA en funciones en 2016. Como ven esta gente son super héroes,
tienen una capacidad como nadie para acumular cargos… seguro que tienen tiempo
para desempeñar las diferentes funciones requeridas y, además, “hacerlas bien”.
Por eso ocurre lo que ocurre, que viene, aunque tarde, la UCO y te pilla, te
apresa y duermes en el calabozo. Hay que tratar de abarcar menos y de ser más
honesto, que es lo que vemos les falta a los dirigentes y personas con cierto
poder en todas las Instituciones. Aquí, como en el caso de los políticos se hace
bueno el dicho: “Todo el que anda con miel, se chupa los dedos”, ya sabes, que
mete la mano. Es terrible lo que sucede en este país, aunque haya quien diga y
los justifique diciendo que sucede en todos los países, y a mí qué me importa
que ocurra en otros, de momento tenemos problemas aquí… comencemos por
solucionar nuestra situación; a ver si de una vez por todas es posible que
podamos estar tranquilos sin tener la sensación de que están los lobos a cargo
de las ovejas, y los zorros al cuidado del gallinero.
El fútbol, en este país, ha
disfrutado de la bula del Papa Adriano, como se suele decir cuando a alguien
parece que le han concedido el privilegio de hacer lo que quiera por encima del
bien y el mal… esto le ha sucedido al fútbol. Ha estado entre algodones, no en
vano es el opio del pueblo, en muchas ocasiones ha sido utilizado para dirigir
la mirada y la atención de una gran parte de la población, cuando sucedían
momentos complicados que nos afectaban a todos. En el fútbol se han movido
cifras astronómicas en publicidad, fichajes o salarios. Cantidades de dinero
que son una verdadera vergüenza que se paguen a gente que corren detrás de un balón,
dándoles pataditas, jugando y divirtiéndose con un juego que a todos o casi
todos nos ha gustado desde pequeños. ¿Es eso envidia?, no, es conciencia, es
equidad, es pensar en los que menos tienen y es tratar de ser razonables. Los obreros
no pueden ganar mil euros, mientras que un chaval de veintitantos años gana
cada mes varios millones de euros. Esto no se rige por ninguna razón de peso,
no tiene sentido común, no atiende a ningún juicio lógico. El deporte ha de ser
una profesión más, si quieres bien pagada, lo que quiere decir que un jugador
cobre un salario medio alto, pero cuando digo medio me refiero al salario medio
español, no a un salario galáctico y extraterrestre.
Y ya para concluir, volver a
recordar que se pueden mover los dineros en las cantidades que quieran hacerlo,
pero si los que tienen acceso a él para administrarlo no son honrados, justos,
honestos e íntegros, siempre sucederá lo que a esta familia… que meterán la
mano en la caja.
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