¡Qué casualidad! Granados sale de
la cárcel y los papeles que servirían de prueba en el caso Púnica, donde es el
principal implicado, desaparecen… ¡esto es un cachondeo! Un caso tan
importante, en el que se ha movido tanto dinero, que presuntamente ha ido a
parar a financiar ilegalmente al PP y a los bolsillos y cuentas en paraísos
fiscales de algunos intermediarios, y nadie custodiaba las pruebas. Es más, a
Granados se le encarceló porque el juez vio en los informes de la policía
judicial que Granados había cometido delito o delitos, había riesgo de fuga y
de destrucción de pruebas. ¿Qué ha sucedido?, pues que Granados está en la
calle, paseándose por las emisoras de radio y por los platós de televisión, al
tiempo, que por arte de magia ha desaparecido la documentación: facturas y
contratos que servían como pruebas.
Se debería hacer como se debe
proceder con el que roba dinero, que la cárcel no sirve como castigo si no se
le exige la total devolución del dinero robado, pues en este caso, como
Granados es el principal autor de la Púnica se le debe dar por invalidada la
libertad provisional y volverle a encerrar hasta que los documentos aparezcan.
En el caso de que no aparecieran, el juez, a la vista de los informes e
investigaciones de la policía judicial, debe sin más dilación, aplicar una
sentencia ejemplar, primero para dejar a la policía judicial en su sitio y al
delincuente en el suyo. Hay que poner fin a esta república bananera, donde las
leyes son para la plebe, y los de arriba están a lo suyo: latrocinio
continuado, financiación ilegal, evasión de capital, empresas offshore,
prevaricación, cohecho, amenazando y dejando sin trabajo a los funcionarios que
testifiquen contra la mafia, blanqueando dinero, pagando con dinero negro,
mintiendo a la población, endeudando al país, rescatando autopistas y bancos al
tiempo que empeoran la situación económica de las familias españolas,
aprovechando cualquier empresa pública para delinquir, engordando los costes de
todas las adjudicaciones, cobrando comisiones de todo lo que se mueva en la
Administración, privatizando empresas públicas rentables para ponerlas en manos
de sus amigos, beneficiando a ciertas empresas del sector energético para
asegurarse futuros puestos en sus consejos de administración, sacando
rentabilidad de sus relaciones con empresarios importantes del país, haciendo uso
del tráfico de influencias, cobrando dietas para vivienda porque están desplazados
aunque tengan vivienda propia en Madrid, haciendo recortes en sanidad,
educación y en todo lo que puedan meter las tijeras, empeorando el panorama
laboral en el país, manteniendo un paro estructural que no interesa eliminar
para darle poder al empresario, acabando con las negociaciones colectivas o
convenios de los trabajadores, poniendo freno al desarrollo de las energías
renovables, zancadilleando a la justicia y torpedeándola para que no se pueda
continuar juzgando los casos que afectan a su partido, dando “zanahorias”,
según comenta Montoro, a ciertas Comunidades para comprar su voto, manteniendo
Ministros reprobados en el Gobierno cuando el resto de la Cámara los ha tachado
de no válidos, mandando SMS a los delincuentes para darles ánimos, retrasando
cuanto pueden los procesos judiciales para que prescriban los delitos de los
que se les acusa al Gobierno, al partido o algunos de sus piratas, gobernando
estando fuera de la ley, moviendo dinero en negro, pagando reformas de sedes
con dinero negro, incumpliendo la ley y, sin embargo, no hay quien les
inhabilite para seguir a los mandos del país… ya digo: ¡una auténtica república
bananera!
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