PSOE y PODEMOS parece que
comienzan a llegar a un principio de acuerdo para oponerse al mal que nos
gobierna. Es ese el camino para hacer un frente suficiente en número como para
combatir las políticas que el que estaba acostumbrado a ser un rodillo, trata
de imponer con la ayuda de su marca naranja y los que fueron seducidos por las
zanahorias de Montoro.
A pesar de este principio de
acuerdo, ellos saben que no es nada fácil cambiar las leyes porque la última
palabra, para que salgan adelante o rebatirlas, es del Gobierno. La ley es así,
está de esta manera, y los que gobernaron, como les convenía, nunca la
cambiaron. ¿Qué sucede entonces?, pues que toda la vida política es un
teatrillo, es una mentira, hay proposiciones de los grupos que el Gobierno si
no le conviene o no quiere, las veta, las tumba. Es lo mismo que cuando toda la
Cámara ha reprobado a un Ministro, que el Presidente del Gobierno es el que
tiene que echarle, pero como es su compañero de Gobierno, de partido y, además
es su amigo, le importa más todo eso aunque sea una persona nociva para los
intereses de la ciudadanía, y es que los intereses u objetivos de los partidos
políticos, por mucho que digan o interpreten, son diferentes a los de la
población. Observen que ellos se llevan casi todo el tiempo hablando de
rivalizar y conseguir más votantes, pues en ello les va la subvención, una
mayor cantidad de dinero que percibirán en función de los votos conseguidos. Un
mayor o menor número de gente afín que se colocan por cuatro años… es la ETT de
los amiguetes… una asociación bien vista y bien subvencionada. Lamento hablar
en estos términos de los políticos, pero es el punto de alejamiento entre ellos
y la ciudadanía lo que hace que me exprese así. Alguien que se esté partiendo
la boca por la población, aprovecharía cada ocasión que le brinden los medios
de comunicación o los micrófonos del Parlamento para concienciar de los problemas
que sufren los ciudadanos y proponer soluciones, porque es ahí donde deben
estar, no en las encuestas, en esa falsa comedura de coco de una rivalidad
absurda que fragmenta la solidaridad entre partidos, que es lo que quieren los
que, realmente, mueven los hilos.
Me esperanzo ligeramente con
estas conversaciones entre PSOE y PODEMOS, deseo que se prolonguen en el tiempo
y sirvan para que otras fuerzas quieran unirse a ese frente común, que debe
tener como único objetivo la ciudadanía, su bienestar y acabar con los
problemas estructurales instalados en la sociedad por intereses de unos y
otros. Hay que acabar con la corrupción, con la política de compra de votos por
zanahorias, con la financiación ilegal, con la ley mordaza, con la reforma
laboral, con el pago de sobre precios en todas las adjudicaciones, con los
recortes, con el trabajo precario, con el abuso y el privilegio de dar nuestro
dinero a los bancos. Hay que modificar las leyes para que los chorizos tengan
que devolver hasta el último céntimo robado. Tiene que haber una verdadera
separación entre poderes, hay que parar las privatizaciones encubiertas, hay
que auditar la deuda, hay que dar tranquilidad a los pensionistas y subir las
pensiones y los sueldos tal como lo hacen los precios de los productos básicos.
En definitiva, los años de gobierno del PP nos han dejado un panorama bastante
desolador y muchas cosas que enmendar para conseguir el bienestar social y los
derechos que la estafa de la crisis, nos hizo perder. No será posible avanzar
en esto sin la unión de los partidos, sin confiar los unos en los otros y sin
que todos dejen de poner el ojo en las próximas elecciones para ponerlo en la
gente y sus problemas.
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