Cristina Cifuentes se mueve en
estos últimos días por las redes por haber dicho que ella trabaja quince horas
diarias y que disfruta tanto de su trabajo que no piensa coger vacaciones, que
las vacaciones deben ser voluntarias, etc. Cristina se olvida que es un derecho
del trabajador coger sus vacaciones y, en caso contrario, si hubiera una
necesidad en la empresa y el trabajador accediera, se la tendrían que abonar.
Lo digo por si acaso está hablando entre líneas, queriendo decir que al ser voluntarias
si las tomas no te las abonen. De esta gente del PP casadas con los
empresarios, te lo puede esperar todo y, lo peor, tan solo tenemos que echar un
vistazo al panorama laboral que han creado con todo el cuento de la crisis de
sus amigos los banqueros. La crean los banqueros, se reparten sueldos y se
blindan pensiones millonarias, pero consiguieron que hubiera que “rescatarlos”
con miles de millones de todos nosotros. ¡No tienen vergüenza!, y los del
Gobierno, tampoco.
Dice Cristina trabajar quince
horas diarias, será porque no tiene nada en casa que le tire demasiado, se
aburre por no tener ningún hobby pero, sobre todo, se ausenta lo mínimo del
despacho no vaya a ser que le muevan la silla, algo que sería muy normal siendo
la número uno de la Comunidad de Madrid y habiéndole salido varias ranas como a
Aguirre. Ella misma está en el punto de mira de la corrupción de Madrid, como
no puede ser de otra manera, porque es imposible que todos los dirigentes del
PP, y cuando digo todos, me refiero a todos, no sepan nada de nada de cómo se
malversan los dineros públicos de los madrileños. Todos los mandamases están
rodeados de corrupción, sus Instituciones realizan cientos de operaciones
sospechosas, nada claras, delictivas y se mueven millones de euros; pero ellos
como si trabajaran en la empresa de enfrente, ¿para qué le sirve a Cristina
estar quince horas en su despacho si no se entera de lo que se hace allí?...
debe ser muy torpe.
Volviendo al tema de las vacaciones
y a lo que ha apostillado Cristina, hay que recordarle que su puesto es dado a
dedo por sus amigos y que trabaja en lo que ella eligió y con un salario que
nada tiene que ver con el de los trabajadores. Asimismo, la gran mayoría de los
trabajadores lo hacen donde pueden y donde encontraron una empresa que le
pagara un mini sueldo, en nada se pueden equiparar ambas situaciones. Por este
motivo, señora Cristina, los trabajadores necesitan desconectar un mes al año,
porque se sienten casi torturados, a las órdenes de jefes más o menos desaprensivos,
la mayoría de las veces exigentes, caprichosos, con los que te tienes que callar
si quieres conservar el trabajo, bajo la amenaza continuada de que te dejen
parado; amenaza que en muchas ocasiones la verbalizan los mismos empresarios
como medida de coacción y para temor del trabajador; añadiendo a todo esto un
salario de risa con el que a duras penas llegas a final de mes. ¿Lo comprende
ahora Cristina?, la situación suya y la del resto de trabajadores del país es
muy diferente, usted es una privilegiada por lo que le han dado a dedo y por
pertenecer al colectivo de privilegiados protegidos por un sistema
confeccionado a medida para asegurarles prebendas de otro orden e impunidad;
aunque parece que ahora están ustedes un poco más temeroso ante la valentía de
ciertos fiscales y jueces que no han podido ustedes comprar, como suelen acostumbrar,
que les mueven ustedes como si de piezas de ajedrez se tratase. Ahora usted
está en el punto de mira, yo que usted me iría de vacaciones, tomaría el sol y
estaría con los suyos, no vaya a ser que tenga que pasar un tiempo a la sombra.
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