Abre el día para que la luz
ilumine los corazones de la gente. Algunos preferirán ignorar la luz y
comenzarán a cavilar, a dar vueltas a la cabeza, pues con ella urden los planes
contra la humanidad, contra la gente y contra la vida. Con ciertos pensamientos
se hace borrosa la luz, hasta que se deja de ver, entonces solo hay ausencia de
la misma… oscuridad, y suceden las peores cosas. Todos somos luz y nos
alimentamos de ella, por eso mostramos un estado de ánimo mejor en los días de
luz, en los que brilla el sol, que en los días nublados, tormentosos o
lluviosos, que nos hacen sentirnos tristes, menos alegres y más recogidos en
nosotros mismos.
La luz invita a la expansión, a
hacer cosas, a relacionarnos, a divertirnos… hay que ser feliz a pesar de todo.
Nuestra felicidad no puede estar a merced de agentes externos, aunque ellos
induzcan a sentirnos de una forma u otra. Tenemos que estar por encima de los
factores que puedan influenciarnos porque estamos completos en sí. Nosotros
somos la energía de vida, que es inteligencia y felicidad sin necesitar nada.
Son nuestras mentes las que crean las aparentes necesidades, las que nos
inquietan, las que nos hacen pensar que nos falta algo, que no somos perfectos
como somos, que podríamos hacer tal o cual cosa, que debemos aspirar a tal o
cual posición, que deberíamos ser de aquella otra manera, etc. Sin embargo,
todo está bien, somos tal cual, porque esa es la forma que adopta nuestra
energía en esta existencia para aprender algo que muchos no saben.
Tenemos todo el potencial de la
vida porque somos la vida, la energía de la vida… eso es lo que somos, aunque
el nivel de distracción de algunos no le permita comprenderlo. Todos somos
igual… esa energía de vida, todos somos lo mismo, por eso es más incomprensible
ver lo que algunos son capaces de hacer a otros que son como ellos. Todos somos
la humanidad, un conjunto, una energía, la de la vida en cada uno de nosotros
para desarrollarse y expandirse, para crear felicidad para el conjunto, para
amarse y amar a todos los demás; por eso, quienes obran como lo hacen, no han
comprendido nada. Cuando alguien infringe castigo, dolor y muerte a alguien, de
algún modo nos lo infringe a todos nosotros, porque todos somos lo mismo. Tú no
puedes lanzar una piedra a un estanque sin que toda el agua se vea afectada en
mayor o menor grado por el impacto de la piedra contra su superficie. La vida
es sagrada para cada uno, pues es la experiencia para trascender la forma y
elevarse de nivel, hacerse más sutil. No obstante, hay parte de ella arrebatándosela
a otros mediante actos salvajes que se alejan de la condición humana. Hay
personas que no se han enterado de nada, están solo en sus mentes y, estas no
les dejan un rato de descanso, de reposo, de amor y de felicidad. Solo ven
enemigos por todas partes hasta caer en la locura, entonces sus cabezas toman
la decisión, por ellos, de asesinar a sangre fría a los suyos, a sus parientes,
a sus hermanos, e incluso se quitan la vida ellos mismos… lo más sagrado que
tenían, porque viven en la total ignorancia.
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