DE NUEVO CÁMARA EN MANO

¡Qué olvidada tenía la fotografía!, de nuevo me he puesto mi Nikon al cuello y me he ido a patear las calles, atento a los detalles, a las vistas que me abordan, a las composiciones que se me ocurren, a los reflejos en los escaparates de las tiendas que me parecen tomas muy divertidas, pues sin querer el collage está servido entre lo que hay en el escaparate y el reflejo pertinente. Igual fotografío el interior de un supermercado en el que se ha metido el reflejo de un árbol de la acera, que meto a un coche en el ojo de buey de una lavadora; me parecen fotos muy divertidas.

Me entretengo mucho y me harto de andar, igual estoy en una punta del pueblo, que aparezco por la otra, encuentro motivos para fotografiar en cualquier lugar, en cualquier dirección… siempre hay algo a lo que sacar una instantánea… siempre hay algo que te llevas inmortalizado en el archivo de tu cámara. Además, siempre tomo las fotografías en elección manual, o sea, que los valores de la velocidad del obturador y apertura del diafragma, los fijo a mi voluntad dependiendo del nivel de luz que recae en el objeto que voy a capturar.

Es un hobby poco costoso, que cualquiera puede practicar con unas mínimas nociones de fotografía. Una vez adquirida la cámara, el gasto es cero, caminar, estar atento a las vistas y los detalles; el resto es mirar por el visor de la cámara y cuidar que lo que se quiere fotografiar se encuentre dentro del visor, esté bien enfocado y la velocidad del disparo y la apertura del diafragma, sean los correctos. Si no lo son, como por la pantalla de la cámara podemos ver la foto una vez tomada, corregimos los parámetros fijados por otros más idóneos y, al mismo tiempo, aprendemos. También, de una cámara a otra hay diferencias. Las cámaras tienen sus propias calidades de materiales, evidentemente, las de precios más elevados, por lo general, son las mejores, las que permiten obtener unas fotografías de más alta calidad; aunque hay que saber un mínimo de la técnica, que es bien sencilla y va en función de la luz y el movimiento… es poca cosa, pero pillarlo cuesta un poco, más bien diría que es cuestión de la experiencia… fotografiar mucho, hacer muchas tomas, visionar y rectificar.

Ahora que he vuelto a “desempolvar” mi vieja Nikon, estoy totalmente inmerso en este hermoso hobby, de ahí mi entusiasmo. Y eso que yo voy a la foto en sí, no hago uso de las múltiples funciones electrónicas que tiene: distorsiones, retoques, etc. Calculo o sopeso el nivel de luz y la velocidad del disparo que me parece más apropiada y suelo acertar o aproximarme… son ya muchas fotos al cabo de mi vida, pero también me equivoco, la luz es muy diferente de una calle a otra, de un rincón a otro, incluso siendo la misma hora… no todas las condiciones de luz o de sombra son iguales… ya lo veréis por vosotros mismos. De la fotografía o te enamoras, como me sucede a mí, o “tiras” la cámara y no quieres saber nada de ella… hace falta una cierta sensibilidad que se trae de fábrica o no; esto lo he observado, sin querer excluir a nadie por ello, pues lo que tú inmortalices con tu cámara es único, nadie saca la misma foto que tú, incluso apuntando hacia el mismo lugar. Unos abren el plano más, otros disparan con la cámara en horizontal y otros en vertical, unos enfocan unas cosas y otros enfocan otras, unos disparan a mayor velocidad y congelan lo que esté en movimiento y a otros eso no les importa prefieren un disparo corto que recoja mejor los detalles a riesgo de que se desenfoque por un leve movimiento, así hasta casi el infinito, dependiendo de la mente de cada fotógrafo. En muchas ocasiones he podido escuchar a algunas personas que llegan a la edad de la jubilación y no saben qué hacer, les da miedo hasta jubilarse después de toda una vida de actividad en sus trabajos, pues aquí tienen una distracción sin estrés de ningún tipo que te hace caminar tranquilamente, porque te paras a cada momento para recoger una toma y cuando vuelvas a casa vuelcas tus fotos a tu ordenador o disco duro externo, las clasificas y cuando quieras las visiona con tu familia… así de apacible es la fotografía.