En los últimos días, ante la
aproximación de los trenes que tienen el destino de colisionar, a los miembros
del Gobierno de España se les llenan sus bocas de prepotencia. Ante todos los
micrófonos que se les ponen por delante van diciendo que ellos tienen preparadas
todas las medidas para dar respuesta a los movimientos del gobierno catalán. No
soy capaz de reproducir las palabras exactas que están empleando, pero el tono
es bastante desafiante, tanto como el que siempre han empleado desde el bando
independentista, no voy a decir lo contrario. Lo que ocurre es que resulta
curioso que en este asunto el Gobierno tenga preparada toda la artillería para
impedir que los catalanes puedan decidir su futuro en las urnas (un ejercicio
democrático) y, sin embargo, no hagan el mismo esfuerzo para combatir la tiranía
monetaria (su corrupción) a la que nos tienen sometido a todos los españoles.
La desdibujada imagen del Gobierno por los innumerables casos de corrupción en
el seno de su partido, que incluso, como sabemos, han alcanzado a algunos de
los miembros del Gobierno, trata de ser maquillada con una actuación ejemplar
en el caso catalán. A esto está jugando el Gobierno, en esto está focalizado,
en defender el 25% del PIB, que este es otro aspecto del impedimento y no la
Constitución o la desmembración del territorio nacional, pues como vimos hace
un pocos años, la Constitución fue cambiada de la noche a la mañana, poniéndose
de acuerdo PSOE y PP, para modificar el artículo 135. Sin embargo, para el tema
del referéndum catalán no quieren cambiar ni una coma, dar poder a la
ciudadanía no tiene cabida, no está en la mente de los políticos, se niegan a
ser unos mandados, quieren tener el poder y hacer con nosotros, nuestro dinero
y todo lo público, lo que mejor les convenga.
El referéndum no es algo para
tomarlo a la ligera, no basta con votar cada cuatro años. Un referéndum se debe
poner en marcha, siguiendo la norma que se acuerde, en el momento que la
población lo decida y, por supuesto, con resultados vinculantes. Tan vinculantes,
que se deba obedecer de inmediato el mandato de la ciudadanía… eso es
democracia, lo contrario es dictadura de los gobiernos de turno. Con esta
herramienta y tras todas las fechorías que la población española ha soportado
de los mandatos de este gobierno del PP, el PP no estaría gobernando al día de
hoy… la ciudadanía los hubiera puesto en la calle. Este sería un método para
hacer una purga cuando hay gente indeseable y perjudicial para los intereses
ciudadanos. Esa es una forma de devolver el poder a la ciudadanía, eso es
democracia, no que gobierne lo que sale de una urna, en unas elecciones regida
por una ley injusta, donde se presentan partidos dopados, financiados
ilegalmente, con un programa que posteriormente no aplican, engañándonos a
todos y a todas. ¿Qué hubiera pasado en 2011 al PP, que se presentó con un
programa y al día siguiente de salir elegido comenzó a hacer todo lo
contrario?, pues que lo hubiéramos puesto en la calle. ¿Dónde estaría el PP
después de haber sabido de los infinitos casos de corrupción en sus filas?...
necesitamos esa herramienta, que nos posibilite la intervención rápida y
directa de la ciudadanía en la vida política del país… eso es democracia y no
lo que nos han vendido para engañarnos y mantenernos callados; por eso, que te
digan anti sistema o no demócrata, no es ninguna ofensa, viniendo de donde
viene, es un orgullo de pensar por uno mismo, de no haber sido aborregado y de
saber lo que se quiere porque no nos hemos dejado engañar ni manipular, que son
las bases de la “democracia” de ellos.
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