Cualquier cosa tiene sentido
mantenerla si dicha cosa su razón de ser es mejorar la vida de las personas.
Somos una gran comunidad que debiera trabajar, colaborar, investigar, producir
para el bien de todos. Hay temerosos de que lleguen los robots y nos sustituyan
en los empleos, pero hay temerosos porque hay maldad en algunos y saben que
podrán hacer un uso de los robots para ahorrarse sueldos, asegurarse la
producción y unos mayores beneficios. Si fuéramos lo suficientemente
inteligentes y nos importaran los demás, no temeríamos por esa modernización, celebraríamos
su llegada y que esas máquinas trabajaran para nosotros, para obtener todo lo
que necesitemos, tengamos más tiempo libre y ganemos todos sin tener que trabajar
tanto.
Yo solo no puedo cambiar casi
nada, es posible que así sea, pero no me puedo quedar callado. Cada uno tiene
su tribuna para actuar y reclamar, la mía es el papel, mi blog, mis libros, los
considero mi granito de arena a la concienciación de la sociedad; con ese ánimo
difundo mis pensamientos. Cuando te das cuenta de que toda la humanidad es una,
respetas a la humanidad, le das su sitio y entiendes que hagamos lo que
hagamos, el proyecto nos ha de incluir a todos. No valen inventos de unos
pocos, explotaciones, maltratos, vejaciones, marginaciones, fronteras
electrificadas y con concertinas. No vale la xenofobia ni rivalizar con los que
se ven obligados a abandonar su país por estar en riesgo de muerte, bien por
hambre, bien por guerras. Cuando alguien hace daño a otro, de algún modo se
hace daño a sí mismo, esto hay que llegar a verlo y entenderlo. Solo el amor
entre los seres vivos nos puede elevar a otro nivel. Cuando las personas
evolucionan se acercan a los valores más humanos, de igual modo cuando el
corazón de las personas no habla, está silenciado y olvidado, la cabeza es la dueña
de todo y crecen las ambiciones desmedidas así como las triquiñuelas para
alcanzar sus fines; entonces, en lugar de evolucionar, las personas
involucionan y se manejan con la maldad bien presente.
Hasta que no lleguemos a
comprender el sentido de nuestra existencia, ese uno con todo, y valoremos las
capacidades que como seres humanos tenemos, no despertaremos a quienes somos. Sin
ese darse cuenta, no hay posibilidad de conexión contigo mismo y con los demás.
Dentro solo hay paz, amor, plenitud, alegría y
valores humanos, prueba a crecer de un modo consciente y lo ratificarás.
Las programaciones mentales nos provocan malas pasadas, nos hacen confundirnos,
nos hacen temer de los demás porque los otros, a su vez, también programados y
actuando como autómatas, en su egoísmo, tratan de proteger lo que creen es suyo
y llegan los problemas, los altercados, la falta de respeto, la agresividad, la
avaricia, etc.
Si queremos, estamos preparados
para vivir una vida plena en todos los sentidos, pero hay una tarea, de
reflexión, limpieza y concienciación, por delante. Cualquier día es bueno para
que comencemos a cambiar y a interesarnos por quienes somos. Si estamos
atentos, llegarán las oportunidades, si no es suficiente, rompamos nuestras
rutinas, abandonemos nuestra zona de confort durante un tiempo para observarnos
mejor. Desconéctate de lo que en estos momentos te tiene pillado/a y verás que
te conectarás a otra cosa diferente… conéctate a la vida.
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