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Vivimos en el puto país del cinismo,
nadie reconoce la culpabilidad de los suyos sino todo lo contrario, les defienden.
Cada día tenemos ocasión de ver la exaltación de la hipocresía, el terrorismo
institucional que asola el país como si fuera un ataque con gas mentiroso.
Felipe González defiende a su amigo Lula porque le hacen entrar en prisión y no
le dejan presentarse a las elecciones, sin embargo, no tuvo ningún reparo sino
todo lo contrario, para decirle a Jordi Evole que los que están en prisión
preventiva desde hace meses, por el asunto catalán, no pueden tener ese mismo
trato que él pide para su amigo Lula en Brasil… la cosa va de amiguismo.
Cifuentes sigue coleando, ayer
asistió a un acto en memoria de las víctimas del 11 de marzo y no se le cae al
suelo la cara de vergüenza… nadie en este país entiende nada de lo que sucede
en el PP. No comprendemos cual es la catadura moral de la gente del PP y sus
jefes que no les piden la dimisión inmediata. Hacen todo lo contrario, intentan
hacer una piña alrededor de los corruptos y mentirosos de su partido con tal de
que el desmoronamiento lento pero progresivo de este no se note.
Griñan, en el caso de los EREs,
sigue afirmando en los juzgados que habiendo sido el jefe de la Hacienda
andaluza, no se enteraba de nada. Todos los dirigentes o ex dirigentes cogen la
misma estrategia: no vieron nada, no sabían nada de lo que estaba haciendo su
partido, no sabían quiénes se llevaban los dineros, cómo les robaban al pueblo,
cómo se malversaba el dinero de los andaluces, etc., debemos pensar que solo
los tontos son los elegidos para los cargos más relevantes. Después de éste
hará el paseíllo en los próximos días el otro ex presidente de la Junta de
Andalucía, Chaves, lo hará en un estéril caminar, porque ya podemos prever que
no dirá nada como su amigo y socio de partido.
Los rectores de universidades
hablaron ayer para tratar de dar una manita de pintura a la situación y pedir
que se aclarasen los términos del negocio privado de los másteres. Resulta que
dentro de las universidades hay una forma de privatización en cubierta, como
era el caso de la escuela de derecho que vendía másteres dentro de la
Universidad Rey Juan Carlos… era una sociedad limitada haciendo negocio con el
alumnado. Claro, que todos los alumnos no eran tratados por igual, a algunos
les bastaba con abonar las tasas para que les concedieran el aprobado… ¡maldita
política!
Y ahora, turno para el rey del
escaqueo y el cinismo, M. Rajoy, quien ha ido en viaje fugaz a Argentina a
rendir honores a los caídos por la dictadura de allá, aunque pase tres kilos de
los caídos por la dictadura franquista de acá. Un presidente impresentable que
no atiende a la Ley de Memoria histórica y a la que no destina ni un solo euro,
por lo que se vanagloria con cierto tufo de burla, ¿hay mayor indecencia que la
de este personaje de comic, al que habría indagar y, mucho, sobre el aprobado
de sus oposiciones?
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