Ayer escuché a un amigo con el
paseaba una frase que me encantó: La democracia en España dura el tiempo de
caer la papeleta del voto al fondo de la urna. Me pareció genial, además de
resumir en el acto de votar el único propósito de los políticos… conseguir el
poder mediante nuestros votos, es para eso para lo que nos quieren, para lo
demás… sobramos. Los políticos se deben a un sistema mafioso y corrupto que les
engancha y del que no se puede salir si no es tragando por las imposiciones del
mismo o con los pies por delante.
El principio de democracia como
nos la quieren hacer ver es en sí una dictadura para las minorías, esto se ha
de entender, es obligar a todos por lo que decide una mayoría; eso es
totalmente injusto para la minoría que desea una forma de vida diferente, por
eso, la democracia no es tal o, ¿acaso la minoría no es pueblo?, lo digo por
aquello de que la democracia es la palabra del pueblo. Si la minoría tiene una
visión contraria al sentir de la mayoría, ¿tiene que vivir toda su existencia
contrariada y obediente a los caprichos de la mayoría? Esto hay que encajarlo
de alguna forma, en la que tenga cabida todo. Para mí, es más democrático
inventar un sistema que no sea el único, o sea, si nos referimos a la política,
que existiera una forma de gobierno por parte de cada partido elegido en las
urnas, que gobierne a sus votantes. Si tú tienes un convencimiento o ideología,
lo justo sería que fueses gobernado por un sistema que se corresponda y ajuste
a las ideas que votas… así, todos felices, ¿no?
Los políticos no están con la
ciudadanía, sus salarios son bien diferentes y también sus privilegios. Ellos
no exigen ponerse a la altura de la gente, no se bajan los salarios, no se
aplican el SMI que ellos dictan para la gente, tampoco son iguales sus
pensiones ni las condiciones para acceder a ellas. Los políticos se deben a
unos poderes que están por encima de ellos, tratando de ejercer un dominio
sobre toda la ciudadanía. Ellos son las marionetas de esos poderes y entran al
juego macabro de la manipulación, la mentira y la corrupción mafiosa, porque
saben que se juegan la vida si los denuncian y se ponen en su contra. A los
poderosos les cuesta bien poco contratar a un par de sicarios y quitar de en
medio a todos los que les estorban. En este terreno de juego totalmente
embarrado, ¿podemos hablar de democracia?, ¿verdad que no?, hay dictadura en
cubierto… las órdenes las dan otros y la ciudadanía a agachar la cabeza y a
obedecer, esté o, no, de acuerdo con lo que se dicte.
En las últimas fechas hemos
podido observar cómo el Gobierno ha pasado de un extremo a otro a conveniencia,
no hay dinero, caprichosamente, para mejorar la vida de la gente, pero sí había
para incrementar el presupuesto en Defensa, para rescatar autopistas, etc. Sin
embargo, ante la presión del PNV para apoyar los presupuestos del gobierno del
PP, vuelve a aflorar dinero para subir todas las pensiones lo que dicen, que nadie
se cree, han subido los precios al consumo IPC. Se mueven continuamente por
apaños y por engaños a la población, nos someten a sus deseos, nos empobrecen a
voluntad, nos roban y nos parasitan en todos los sentidos… ¿podemos llamar a
esta calamidad, democracia?
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