Hoy despierto con sentimientos de
que a todos nos vaya mejor, que tengamos buenos trabajos y buenos salarios, que
los pensionistas tengan buenas pensiones, que podamos disfrutar de derechos que
nos posibilite vivir mejor y más felices. Algunos se confunden y cuando alguien
expresa estos sentimientos, ya le están tachando de rojillo, de comunista, de
anti sistema, etc. En el momento en el que se incluye a todo el mundo, ya están
pensando que todos no podemos tener parecido, ganar parecido, disfrutar
parecido sino que ha de haber la distinción de las clases, porque los de arriba
siguen pretendiendo ser exclusivos, este es el mal social actual. Este creerse
más o, creerse ser mejor, no deja vivir a unos pocos que hacen todo el esfuerzo
que esté a su alcance para que seamos diferentes, sintamos diferente, pero
sobre todo para que haya una distancia insalvable que no nos permita unirnos,
que es la acción por la cual recobraríamos el poder, tendríamos fuerza.
Esta sociedad del absurdo, que
premia a unos pocos, aunque sea de un modo engañoso, y castiga a otros a vivir
en la pobreza, yo no la entiendo y, mucho menos, comprendo que se mantenga, que
haya personas interesadas en el pisoteo de los derechos esenciales de miles de
personas, que se necesitan estén ahí abajo para ser explotadas a placer y por
sueldos ridículos. ¿Es esto un pensamiento comunista?, yo hablo desde el
corazón y no desde ninguna ideología, otra cosa bien diferente es que coincida
con las bases de tal o cual movimiento político, pero yo no milito en ningún
partido político, lógicamente simpatizo con unos más que con otros, esto le
sucede a todo el mundo. Todas las personas en esta sociedad deberían tener las
mismas oportunidades, y es una obligación de los que estemos mejores, ayudar y
proteger a los más débiles, facilitarles el camino para que puedan acceder a
trabajos dignos y reemprender su vida para alcanzar el nivel mínimo de decencia
en cuanto a vivir se refiere.
Solo la maldad de algunas
personas sigue arrastrando tras de sí a toda la sociedad al precipicio de la
locura y la destrucción. Hay gente que está dominada por ciertos poderes que
hacen que brote lo peor del animal que es. Esas gentes se alejan de lo humano y
se mueven de forma animal, hasta salvaje me atrevería a decir… son
depredadores, no les importa hacer daño a sus semejantes, no sienten
culpabilidad por sus actos ni por el daño causado. Los objetivos de esas
personas son tan egoístas que solo se ven a sí mismas, solo les importan ellas,
solo hablan de ellas, de sus adquisiciones y de sus logros, no existe nada más
para ellos, que ellos y sus negocios. Si al explotar matan, son los daños
colaterales necesarios para la obtención de sus beneficios, según ellos: “algo
inevitable”. La vida de los demás no cuenta en toda esa historia y esto se está
dando cada día en este país y en este Planeta, sin que los que debieran hacer
algo para evitarlo, lo hagan. Hay una cantidad de acuerdos abonados bajo
cuerda, en negro y sucios, que si salieran a flote y supiéramos de toda la
mierda, nos liaríamos a tiros unos contra los otros, ¿cómo hemos podido caer
tan bajo como especie? Algunos lo justifican continuamente diciendo que esto
siempre ha existido o, diciendo que el hombre, como especie, lo lleva incorporado.
Yo pienso que es aprendido, programado en nuestra educación, creo que el disco
duro está virgen y se va cargando con datos recibidos. De cualquier forma, hay
la posibilidad de reprogramar y volcar en el disco duro los valores humanos, y
comprenderán que eso se hace con un trabajo educacional, profundo y espiritual.
Hay mucha gente que olvidaron que somos un plano mental, uno físico y uno
espiritual, que cuando están en armonía entre sí dejan entrever lo mejor del
ser humano… algo habrá que revisar en nuestro sistema educativo, algo está
fallando.
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