En esta existencia suceden
extrañas coincidencias en el tiempo que te hacen salir de tu zona de confort.
Estamos recuperando a nuestra madre de una operación de cadera y acaban de
diagnosticar a nuestro padre algo, que gusta poco, en los intestinos. No salimos
de una cuando entramos en otra y esto no tiene vueltas de hoja ni se le puede
hacer trampas… ha venido de este modo, así que solo hay una cosa que hacer:
hacerle frente.
Me gusta el realismo a pesar de
que soy un soñador, tengo que decirlo de este modo, puesto que mis ideas son
así calificadas por aquellos que las escuchan, aunque para mí son totalmente
posibles y, por tanto, podrían ser realizables perfectamente. Cada nivel de mente
llega a ver salidas diferentes, comprendo que hay demasiado condicionamiento o
aborregamiento, que tal vez es lo que produce esa, si quieres, prudente
uniformidad en la visión… pues bien, yo soy de los que me atrevo a pensar por
mí mismo y sacar los pies del plato. ¿Hago bien, hago mal?, ni siquiera me lo
cuestiono, mi sentir y mi mente dicen lo que dicen y, en mi persona, en mi
conjunto, lo veo factible porque entiendo que hay margen para ello, o sea, que
tenemos capacidad, si quisiéramos, para que lo que propongo cuando debato,
llegue a ser realizable.
Volviendo a la introducción del
escrito, diré que ha llegado el momento de vivir un poco más por nuestros
padres, igual que ellos hicieron por nosotros cuando éramos pequeños. Esto es
solo un bache si quieres, pero estoy seguro que todos los baches se superan,
pueden durar más o menos, pero al final todo acaba bien o mal, ya os dije que
me gusta el realismo, y de aquí nos vamos todos, al menos de esta existencia o
de esta frecuencia. La vida es un misterio, una energía inteligente que sabe
que un hueso de una fruta, si tiene oportunidad de caer en un medio favorable,
se ha de convertir en un frondoso árbol que produzca nuevas frutas semejantes a
las que proporcionaron aquel hueso o semilla, para llamarle más correctamente.
La naturaleza sigue un camino como si se tratase del agua de un río siguiendo
el lecho del mismo. Ahora sabemos que según la programación que metamos en la
central del pensamiento que todos llevamos bien alta, se puede afectar más o
menos gravemente la tendencia natural de esa energía de vida que nos asiste.
También la incidencia de factores externos como: la climatología, la
contaminación del aire, los alimentos y las bebidas, los efectos de las
radiaciones de todo tipo y, en definitiva, todo lo que se aparta del estado
natural, con el paso de los años produce perturbaciones en el vehículo que nos
permite transitar esta existencia… de esto no nos salvamos ninguno, en mayor o menor
grado – La industria farmacéutica ha sido lista, como decían los modernos de
hace unos años: “ha estado al loro”.
Las consecuencias son los
hospitales llenos, los quirófanos con listas de espera, las consultas de los
médicos públicos y privados siempre tienen pacientes sentados en sus puertas,
haciendo colas para ser atendidos. Que se valore tanto la salud que vamos
perdiendo con los años, y que la industria de los medicamentos sea de las más
rentables del mundo. A pesar de todo ello, padres no estáis solos, estamos tus
hijos para acompañaros en todo lo que venga, os amamos como estoy seguro
ustedes nos amáis a nosotros.
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