Dejen que los curas se casen,
tengan parejas, sean de distinto sexo o del mismo, pongamos fin a la
pederastia; lo que no puede ser es que cada vez que los cuerpos de seguridad
hacen una macro redada capturen a algún sacerdote implicado en una red de pornografía
infantil. Dejen que esas personas se desahoguen fisiológicamente como el resto
de las personas, que no se metan a curas para ocultar sus deseos y su tendencia
sexual, que no es un pecado querer a otra persona aunque sea de tu mismo sexo.
La religión habla mucho de amar pero no permite contraer matrimonio a sus
miembros, dejen de vetar lo que es una tendencia natural, formar pareja, vivir
con otra persona y tener sexo. ¿Por qué la religión va contra la misma
naturaleza?, todos los seres vivos, crecen, se relacionan y se reproducen…
menos los sacerdotes, ¿alguien entiende algo de este contrasentido?, al final y
a escondidas, algunos de estos no pueden reprimirse más y se dedican a
desgraciar a niños y a niñas, les someten a prácticas impropias para sus
edades, les traumatizan de por vida y evitan que puedan disfrutar plenamente
del sexo en su vida futura.
Dejen que los curas salgan del
armario, al menos todos aquellos que tengan esa necesidad, permitan que
prediquen durante el día y follen o sean follados por la noche. ¿Por qué un
cura creyente ha de amar menos a Dios si tiene una pareja, hombre o mujer?, ¿por
qué su palabra no tiene el mismo peso si está casado o tiene pareja?, ¿el
mensaje va a cambiar? La Iglesia debe salir de la Edad Media y situarse en los
tiempos modernos, sus miembros deben ser personas actuales, vestir normalmente,
predicar desde su convicción, hacer el bien que es lo que se les presupone y
mostrarse como son, no como viciosos en cuanto cuelgan los hábitos. Dejen de
reprimirse, dejen de hacer daño a los demás, ¿qué parte del mensaje del
proceder de una persona religiosa, con creencia, no entendieron?
¿Qué nivel de conciencia ha de
tener un depredador de esto con sotana, cuando al día siguiente de haber
abusado de un menor, se presenta delante de los feligreses para hablarles de
hacer el bien, de amar al prójimo o de ayudar a los más desfavorecidos? Su
nivel de conciencia es del inframundo, está por los suelos, no tiene conciencia
sino maldad, es un bicho o, mejor dicho utilizando su propio idioma… ¡es un
demonio! No han sido uno o dos, son cientos de sacerdotes los que han sido
capturados en estas condiciones o, bien, fueron denunciados por esos mismos
menores que durante años sufrieron los abusos continuados de las sotanas negras
y alzacuellos blancos.
Esto nos demuestra que algunos
canallas reprimidos se metieron a curas, no por vocación sino por represión y
vicio, tal vez, para ocultar a sus familias sus tendencias sexuales que no se
atrevieron a mostrar en público, abiertamente, y las taparon con algunas capas de
creencia religiosa o llamada del altísimo. Son canallas reprimidos y viciosos
los que se dedican sistemáticamente a hacer sexo con niños y niñas indefensos…,
las cabezas no les rigen bien.
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