Hoy anuncia la radio que el 80%
de los europeos estamos en contra del cambio horario, queremos y deseamos que
no nos muevan más la silla a su gusto y antojo. Pensamos desde hace tiempo que
no hay ventaja en el gasto energético, como nos hicieron creer, pues el
despilfarro es patente, por ejemplo, en los edificios públicos y lo que ahorras
por la tarde lo gastas por la mañana y viceversa. Es hora de que la ciudadanía retome
las riendas de esta sociedad y dejemos de ser los mandados que se ven obligados
a acatar todas las órdenes que parten de los gobiernos. No somos borregos,
aunque muchos hayan adoptado comportamientos cercanos, debemos rebelarnos
contra el poder institucional, ¿por qué hemos de estar sometidos a una minoría
que no nos representa aunque hayan sido votados por el orden que ellos
establecen y con unas reglas amañadas como es la actual ley electoral?, ¿qué
mierda de democracia es ésta?
Hay que abrir los ojos para darse
cuenta del juego macabro de nuestros políticos, que han montado un sistema
totalmente favorable a sus intereses y que les proporciona cuantos privilegios
estiman oportunos concederse a sí mismos. Todo cuanto se llevan nos lo roban a nosotros
y nosotras, aunque se los conceden “legalmente”, porque son ellos mismos los
que hacen las leyes a su favor. Le han dado la vuelta a la tortilla y nos han
ignorado, así de claro, nos utilizan para hacer los ingresos mediante impuestos
que pagamos en las proporciones que ellos indican y mejor les conviene a ellos,
a sus allegados, conocidos, familiares, empresarios y banqueros… el resto no
pintamos nada o casi nada. Esa es la opinión pesimista que tengo del sistema y
de la puta democracia, estoy indignado porque no soy una oveja sino una persona
que pienso por mí mismo, no me limito a repetir las noticias que ellos permiten
se difundan para influir en la opinión de la gente… si es que llegan a tener
opinión propia aparte del ruido que escuchan.
Los gobiernos prefieren ovejas,
porque de esa manera ellos se erigen en sus pastores. Yo no necesito pastor que
me conduzca, necesitamos personas interesadas en arrimar el hombro como gesto
de solidaridad, humildad y amor a sus conciudadanos, para lograr entre todos
marchar con alegría, solventar los problemas que van dejando alguna gente atrás
y evitar que eso siga sucediendo. Sin embargo, hay demasiados gobernantes,
ahora y antes, que se ponen a las órdenes de grandes empresarios, de grupos
inversores y banqueros, que les prometen dineros en negro, puestos en consejos
de administración, regalan chalets, logran empleos espectaculares a familiares
de los gobernantes, etc. Al tiempo que hacen esto, como dije antes, viven de
espaldas a la gente sencilla del pueblo, legislan en su contra sin
consideración alguna, dejan de trabajar y de cumplir con las obligaciones
propias del cargo porque están rodeados de inútiles que son incapaces de
denunciar lo que está sucediendo. Son babosos chupaculos y trepas que solo
están para aplaudir a su supuesto líder, a la espera de que les llegue su oportunidad
y le asciendan en el escalafón de sinvergüenzas del país.
En definitiva, mientras lleguen
gente de esta baja moralidad, nula ética, faltos de honestidad y humildad,
enfocados en negocios privados y traidores con la ciudadanía, solo se merecen la
respuesta de las masas en su contra.
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