Nadie nos protege, todos quieren
alcanzar el mando para imponer sus formas, por tanto todos aspiran a una forma
de dictadura que gustará más o menos a un mayor o menor número de personas. De
lo contrario, ellos siempre dirían al llegar: “son ustedes los que deben decir
qué quieren que hagamos”, ¿comprenden?, pero eso ninguno lo lleva en su
programa. Nos engañan desde el comienzo de los tiempos, siempre hay algunos que
quieren mandar a toda costa, por lo general los que atesoran mayores riquezas,
así que podemos decir que el régimen que ha gobernado es el de la plutocracia,
y que los aspirantes tomaron su ejemplo. Tal vez no sean ricos al llegar, pero
aspiran a mandar como aquellos y, también, desean salir ricos, como son
aquellos.
Cuando miro un globo terráqueo
pienso que los países son una serigrafía sobre un hule, y que debiéramos
levantarlo y sacudirlo, a ver si la miseria sale a la luz, solo de esa manera
y, dejando que caiga la mierda al suelo de nuevo, podemos pasar el aspirador y
recogerla, con el fin de tirarla al contenedor de la basura. No es una empresa
menor acabar con el vicio moral y la actitud delictiva de una buena parte de
las autoridades y la ciudadanía mundial. Para acabar con esa patraña hay que
jugarse la vida, todos los “héroes” que en el mundo ha habido terminaron mal,
por lo general murieron asesinados por la acción de las armas. Alguien, a quien
no interesaba el rumbo que tomaba buena parte de la sociedad por la diligencia
del mensaje de aquellos, encargaban el asesinato, pagaban a otros para que les
hicieran callar de una vez por todas. Algunos, acostumbrados a mover los hilos
de todo lo que se mueve en el mundo, no soportan a “intrusos”, a personas
morales, éticas, que prediquen con el ejemplo y comiencen a ser seguidos por una
multitud. Eso desajusta sus planes, eso desvía la atención de la gente, ese
acto empodera a la gente, le da fuerza y comienza a ser un contrapoder, es
considerada una amenaza desde el más cruel capitalismo.
Democracia es una palabra muy
gruesa, queda bien hablar de democracia cuando algunos quieren imponer su dictadura,
su forma de pensar o sentir. Gobernar es trabajar para conseguir el mayor
beneficio para la ciudadanía, no para el que gobierna, sus amigos y sus
familiares. Por eso, yo he comprendido que todos nos han traicionado, porque
invirtieron la función del cargo, trabajaron para ellos, para sus amigos, para
los poderosos, para colocar a sus familiares y obedecieron a entidades ajenas a
la soberanía española… sencillamente, nos traicionan, los que han estado y los
que pretenden llegar. Les pasan por el molde y vuelven a sacar otro que solo
puede llevar la dirección y sentido previsto por los poderosos, aunque, como es
normal, con otra cara. De lo contrario sería el colmo.
Yo no quiero quitar el dinero a
los ricos, como ellos algunas veces han dicho de los obreros y obreras de este
país. Yo lo que quiero es no tener que vivir sometido a sus antojos y
conveniencias. Yo quiero vivir en un país de gente honrada y honesta que
comprenda que es una parte del todo social, y que la obligación de cada uno es
colaborar a mejorar la vida del conjunto, no de unos pocos. La democracia con
mayúsculas es hacer lo que diga el conjunto de la sociedad y, para ello, hay
que articular la manera de que la ciudadanía, sin trampas, esté constantemente
interactuando en la política y los proyectos del país. No me fio de ninguno, de
los que estuvieron, de los que están y de los que pretenden llegar, si no
deponen las formas que se les ven venir.
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