Hoy me levanté
con el deseo de contraponer el avance de los viajes espaciales en el mundo, con
la pobreza y la mortalidad infantil. Creo que es necesario hacerlo cuando tanto
se ondea y difunde el primer viaje del hombre a la Luna, del que dice fue un
pequeño paso para el hombre y un gran paso para la humanidad, aunque yo todavía
no lo he llegado a entender. El hombre ha llegado a la Luna en una ambición
desmedida y sin sentido, cuando aquí, en la Tierra, hay millones de criaturas
muriendo de hambre o por desatención médica, falta de medicamentos y
condiciones mínimas para poder seguir viviendo.
Se está
festejando el primer viaje del hombre a la Luna, un alunizaje que ocurrió el 20
de julio de 1969 y que dio lugar a una carrera espacial, encabezada por las dos
grandes potencias: EEUU y Rusia (ahora), URSS (antes); en la que han invertido miles
de billones de dólares, cantidades impensables para completar aproximadamente
unos 6.000 lanzamientos en seis décadas. Solo en 2016, según datos publicados
por OMS (Organización Mundial de la Salud), 5,6 millones de niños murieron
antes de cumplir los cinco años. La cifra equivale a 15.000 fallecimientos
diarios de menores de cinco años por causas y enfermedades que se podrían
evitar. No hay dinero para salvar a esos seres humanos, pero sí hay para
gastarlo en cacharrería espacial; pienso que antes debería estar la solidaridad
para con los otros seres humanos y después todo lo que han dado en llamar
progreso o competición entre países por la conquista espacial.
Se celebra el
viaje a la Luna, cuando un viaje de esas características cuesta,
aproximadamente, unos 100.000 millones de dólares, ¿cuántas vacunas y atención
médica se podría facilitar al mal llamado tercer mundo?, ¿cuántas muertes se
podrían evitar con atención sanitaria, alimentos y medicamentos?, ¿por qué los
países “desarrollados”, monetariamente pudientes, no están interesados en
impulsar el desarrollo de las poblaciones más deprimidas?, ¿por qué se gasta
tanto en viajes espaciales y tan poco en ayudar a seres humanos para librarles
de la muerte?, así que tengo poco que celebrar aunque los más optimistas se
conformen diciendo que en los viajes se aplican tecnologías que posteriormente
son incorporadas a la mejora de los aparatos de uso doméstico, por ejemplo.
El afán último
de los poderosos vuelve a ser el que siempre han tenido, dominar y ejercer el
poder sobre todas las cosas. Ya vienen haciendo una especie de reglas del juego
espacial por la que se empiezan a repartirse los Planetas… la propiedad futura
es para aquel que lo conquista, para el que pone el pie en primer lugar en su
superficie o coloca antes su bandera. Ya están haciendo proyectos para mudarse
una vez hayan convertido a la Tierra en un vertedero irrespirable e
incompatible con la vida, así como un ser muerto y agotado o sin recursos.
Tenemos tecnología y conocimientos suficientes para cuidar este Planeta. Hay
recursos suficientes como para vivir todos bien sin derrochar y comedidamente,
pero la avaricia de unos pocos es insaciable. Esos mismos que están destruyendo
el Planeta, son los principales promotores de una vida futura en el exterior, y
se están preparando para abandonarnos a nuestra suerte, pero que no se crean
que lo van a tener tan fácil como piensan, porque cuando decidan mudarse, haré
el símil que mejor se me ocurre: que la basura vaya a un lugar determinado,
dependerá que los de aquel lugar permitan y admitan la basura.
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