Los españoles
sabemos que con los jueces que ocupan la cúpula de la magistratura española,
sujeta de manos y pies por los mismos políticos que les ofrecieron los puestos
que ocupan, no es posible que haya justicia. A la cantidad de gente delincuente
y corrupta del PP y sus alrededores dejada en libertad, se suma la cantidad de
ex altos cargos políticos con los que no se atreven, la cantidad de expedientes
que dejan que se mueran de risa en las estanterías para que vayan prescribiendo,
con la excusa de no tener personal suficiente para que se lleve a cabo la
instrucción pertinente. Muchos de los mangantes y corruptos de alta clase
eluden la acción de justicia por ser amigo de…, militante de…, o ex alto cargo
político de un partido que puso a jueces y fiscales en la cúpula del poder
judicial.
Los dineros
desaparecen de las arcas públicas y de las Cajas de ahorros llevadas por
políticos, pero los jueces parecen no ver motivos suficientes para que
devuelvan lo robado o vayan a prisión. En esta mañana nos hemos enterado que
los ex altos cargos de la CAM (Caja de Ahorros del Mediterráneo), que falsearon
las cuentas, provocaron un agujero de al menos mil millones de euros y hubo que
untarle con dinero público, los jueces del Supremo le aplican vaselina al
asunto y ninguno de los irresponsables van a la cárcel porque la condena es
inferior a dos años. El otro día los diarios publicaron que los jueces libraron
a Ignacio González (el del ático y más tropelías en la Comunidad de Madrid), o
a Gallardón, quizás el peor alcalde que haya tenido alguna ciudad española, dejándola
endeudada hasta los ojos.
Hemos sufrido
demasiados casos de corrupción en los que han mediado los políticos y la
justicia ha sido demasiado benevolente con esos delincuentes. En Andalucía
hemos tenido también lo nuestro, por ejemplo en el que se dio en llamar caso
Umax, varios ex altos cargos de la Junta de Andalucía fueron condenados por
delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos y falsedad de
documentos oficiales, pero a todo lo que llegó la justicia fue a aplicar penas
ligeras, pretendiendo conformar a la ciudadanía con la inhabilitación para
ejercer cargos públicos. La gente lo que queremos es que tengan condenas
ejemplares para que no les sigan otros ni sean modelos para otros y, por
supuesto, que nos repongan las cantidades mermadas o robadas de la caja
pública. Por el contrario, una ley anormal o estúpida e incomprensible, obliga
a la Junta de Andalucía a pagar la defensa de 20 altos cargos implicados en el
caso de los EREs, o sea, que además de robarnos, debemos contribuir con dinero
público a abonar 2,68 millones de euros para defender a los ladrones.
He entrado en
la web del TS (Tribunal Supremo) para ver algunas contemplaciones que esta
Institución concede a los delincuentes de nuestro país. En primer lugar he dado
con una resolución que, evidentemente, la redacto con mi punto
irónico-sarcástico: el TS pasa la mano por el lomo de cinco condenados ex altos
cargos del PP, por delitos de corrupción y tráfico de influencia en la conocida
Trama solar de Castilla y León.
Otra… el TS
desestima un recurso de casación para eliminar un plus salarial para ex políticos
con plaza de funcionario. Sin embargo, un poco más adelante, hay otra
resolución del TS por la que declara no corresponderles indemnización alguna a
los interinos que finalicen su contrato en la empresa pública.
Otra… el TS
decide paralizar la exhumación de los restos de Franco, de un modo unilateral
en contra de la mayoría de lo decidido por el Congreso de los Diputados, o sea,
el TS contradice al pueblo.
Otra… el TS
archiva la querella del juez Alba contra el presidente del TSJ de Canarias al
no apreciar delito. Es de suponer que si un juez se moviliza y se atreve a
poner una querella a un cargo del TSJ, es que algo hay, algo ha visto y, siendo
juez, pruebas ha de tener, porque sabe bien que ir a juicio sin pruebas está
todo perdido.
Otra… el TS
condena a seis hermanos de la familia Ruiz-Mateos a dos años y medios de cárcel
por estafa agravada. Se supone que han hecho algo gordo, esto debe ser algo
parecido a lo del clan Pujol, pero casi rozan, a pesar de la gravedad de los
hechos, el no tener que pisar la prisión. A pesar de ello, ya sabemos, tenemos
un claro ejemplo con Oriol Pujol, condenado a varios años de cárcel, pero a los
cincuenta días ya está por la calle, y después no les gusta que pensemos que la
justicia es un cachondeo.
Otra… el TS
condena a cuatro año y medio a Rato con todo lo que lio con las tarjetas Black,
con el derroche de dinero público canalizado a través de Caja Madrid, donde por
cierto en su Consejo estuvo Pedro Sánchez y nadie parece recordarlo. Una
condena que vuelve a ser irrisoria para un delincuente, milagro de la estafa
española, tanto con lo de las tarjetas, falsear la contabilidad de Bankia para
salir a Bolsa, o todos esos chanchullos que montó con las empresas en paraísos
fiscales… ¡vamos, un prenda!
Para
finalizar, porque en esa web se puede uno llevar media vida extrayendo
información, citaré otra de las resoluciones que he visto… el TS de por probada
la financiación ilegal de varias campañas electorales municipales y autonómicas
del PP, pero ello no es suficiente para que hubieran inhabilitado a ese partido
tramposo.
Esos son solo
algunos ejemplos, figúrense con la cantidad de casos de corrupción que hemos
tenido en España desde la transición, habría que averiguar cómo fueron
absueltos sus implicados o, al menos, condenados a leves sanciones por amistad
y cercanía profesional. Qué quiero decir con eso, pues que no hay garantía de
tener un juicio justo en España, cuando se tenga que juzgar a políticos que son
los que más facilidad tienen para quedarse con dinero público. Y todo porque
son ellos los que asignan los jueces para los puestos en la cúpula judicial del
país, habría que poner fin a esto.
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