A los políticos les da miedo
gobernar, Rajoy ya dijo que los experimentos no le gustan, que los experimentos
con casera, pero yo digo que sin experimentar nuevas cosas nunca conoceremos
los resultados de lo se pone en juego. ¡Qué casualidad!, tienen miedo a jugar,
cuando llevan toda la vida hablando de
las reglas del juego… algo, que por cierto, me da mucho coraje pues yo considero
que la política debería ser un debate muy serio en la búsqueda del bienestar de
la sociedad… pero, claro, otros han entendido otra cosa.
Sigo diciendo que a los políticos
les da miedo gobernar, de ahí el término de conservadurismo. Unos se hacen
llamar los conservadores y, ¿qué es ser conservador?, que nada cambie, que todo
siga como hasta ahora, que nada se renueve, vamos, la involución de las cosas.
Esta forma de proceder es el ostracismo del progreso, de lo moderno; es dejar
al margen las ideas revolucionarias, las posibles mejoras, porque no se atreven
a ponerlas en práctica. Esto sucede en la política, siempre ha existido un
grupo de conservadores que tienen miedo a los cambios, les aterrorizan las
innovaciones y retienen el progreso de la sociedad. Tienen bien atado el
sistema tal como lo han diseñado y desean las menores perturbaciones posibles,
mejor si todo se queda como está, aunque la marcha sea decadente.
Sabemos que el PP no deja de
vetar las propuestas de ley de los demás partidos, muchas veces arropado por su
marca naranja y por el capullo en flor de color rojo. Si no se deja que vea la
luz ninguna de las propuestas de los otros grupos, jamás conoceremos sus
repercusiones, pero generalmente lo hacen porque los giros que provocarían les
dejaría en evidencia, la ciudadanía comprendería que se pueden hacer otras cosas
mejores a las que nos someten los que nos gobiernan. De ello se derivaría una
interpretación inmediata: la no efectividad de las políticas de los que
gobiernan… y no lo toleran… mejor vetar.
El PP es un mal que ha venido a
instalarse en un momento en el que como dice el dicho popular: al perro débil,
todo son pulgas. El PP, como hoy sabemos, dopado, se presenta a unas elecciones
en 2011, las gana con la promesa de un programa electoral que incumple casi en
su totalidad, nos engaña por tanto, nos traiciona y no tiene las agallas de
dimitir sino que se aprovecha de esa situación de convulsión
económica-financiera para implantar una reforma laboral que repercutió negativamente:
miles de personas a la calle, sin empleo y, miles de empresas cerrando sus
puertas. Recortes en todas las áreas de los servicios públicos, cierre de los
créditos por parte de los bancos, subida de precios incesantes, bajada de los
salarios, pérdida de los derechos de la gente en todos los ámbitos, etc. Después,
no podemos ni debemos olvidar los dineros regalados y los dineros robados,
gracias a la enorme corrupción del partido popular (PP). Esto ha traído el
conservadurismo lleno de maldad del PP, que nos ha traicionado a todos los
españoles y todas las españolas, privatizando y haciendo negocios con los
grandes empresarios y banqueros. En esto han convertido a España, en un gran
chollo u oportunidad de negocios para ellos, atreviéndose a crear la fuga de
capitales públicos hacia paraísos fiscales, financiación ilegal, pago de sobre
precios en todas las adjudicaciones a cambio de donaciones y reparto de sobres
de dinero en negro. Mientras tanto, bloqueo constante a las iniciativas de los
demás grupos y, todavía, supondrán que lo hacen por el bien de España, bueno,
tienen la caradura de difundirlo así para seguir engañando a la gente. La
verdad es que les da miedo gobernar y hacer política, les gusta más la mayoría
absoluta y pasar como un rodillo por lo alto de la población, son más
dictadores que democráticos.
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