Hay dos temas que vemos que
suenan cuando dan un chivatazo o alguien los denuncia, me refiero a los alijos
de droga (narcotráfico) y al trato de mujeres (proxenetismo). Mientras unas
mujeres están siendo forzadas a mantener relaciones sexuales con hombres,
controladas y casi sin libertad, ¿nadie pasa por los clubes, ningún inspector
de trabajo o policía visita los establecimientos, requiere documentación,
controla los permisos de trabajo o los visados, pasaportes, etc.? ¿Nadie se
entrevista con las chicas a solas para conocer en qué situación laboral se
encuentran, si es legal o no, si la están explotando, si eligieron ese trabajo
voluntariamente, etc.? Con la droga sucede algo parecido, en todas las ciudades
hay puntos calientes donde se venden drogas, se sabe, lo sabemos toda la
población, hay barrios típicos donde han vendido drogas desde que éramos
pequeños y lo siguen haciendo. Hay gente joven en barrios de sectores sociales
más pobres que se pasean en coches de alta gama, deportivos, etc. Lo hacen a
todas las horas, ¿dónde trabajan, qué hacen, de dónde ha salido el dinero para
los coches que mueven? Esto está a la vista de todos, también de la policía,
solo hace falta realizar una fácil gestión: una consulta en tráfico del
propietario de los vehículos y, posteriormente, indagar a qué se dedica, qué
negocio tiene, cuáles son sus ingresos, etc.
Últimamente suenan mucho los
movimientos de los narcos en La Línea, hasta existe una reclamación de la
Presidenta de la Junta de Andalucía al Ministro de Interior para que destine
más contingente humano al control de la droga en aquella zona, Algeciras
(Cádiz). Están allí en esa localidad y alrededores, ¿tan difícil es saber
quiénes son? Las planeadoras llegan con mucha frecuencia a la costa, a las
playas de la zona, incluso a plena luz del día, desembarcan los fardos y los
cargan en vehículos todoterrenos que acuden rápidamente para huir por la arena
hasta alcanzar la carretera. En alguna ocasión he podido ver algún video de un
desembarco de esos y un helicóptero de los cuerpos de seguridad del Estado les
ha seguido hasta varias calles hacia el interior del pueblo y les han perdido.
Lo que indica que en esos puntos donde ya saben que les pierden es porque deben
entrar en garajes o naves, tan complicado no debe ser dar con ellos. Yo creo
que hay un juego de persecución, exhibición y de captura de ciertos alijos,
pensando mal, diría que todo está pactado para que el juego siga.
En definitiva, dos temas que
existen desde hace décadas y nunca se terminan, en esto debe pasar como en la
política, si hay que apaciguar un poco al pueblo se apresa de cuando en cuando
a un vendedor intermedio, un cargo bajo, pero nunca caen los de arriba. Se
apresa al que vende cuatro papelinas en la esquina de una calle, pero nunca se
apresa a los que están metiendo kilos y kilos de drogas cada día por nuestras
costas con planeadoras o en avionetas, helicópteros, en camiones o automóviles.
Tampoco es la primera vez, ni será la última, que altos mandos de los cuerpos
de seguridad, en lugares estratégicos como fronteras, aduanas, etc., están
compinchados con algún narco para dejar circular la droga. El dinero que es muy
malo.
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