Ayer en las mañanas de la cuatro
nos hicieron saber que la OCDE había acudido al Gobierno para hacerle dos
recomendaciones (los empresarios acostumbrados, como están, a gobernar sin ser
elegidos en ninguna elección). Una de ellas era que se debía acostumbrar el
pensionista a seguir trabajando en pequeños empleos, una vez jubilado, para
completar el poder adquisitivo que iba a perder una vez se jubilaba. La otra
recomendación, o más bien advertencia, era que la Tasa de reemplazo iba a caer
para futuras pensiones al 46% del valor del salario en activo. Esto quiere
decir que se prevé que los que se vayan jubilando en el futuro verán reducidos
sus ingresos, aproximadamente, a algo menos de la mitad del sueldo que tenían
cuando estaban en activo. La actual Tasa de reemplazo es del 82%, se pierde,
aproximadamente, un veinte por ciento del salario y ¿cuántos pensionistas se
las ven y se las desean para poder llegar a final de mes?, ¿se imaginan qué
sucederá con la mitad de la pensión que tienen actualmente?... fusilar a los
responsables de todo esto, es poco. No hay voluntad política para dar una
solución a las pensiones, han empeorado tanto el escenario laboral que no se
recauda lo suficiente para cubrir los gastos para pagar a los pensionistas. Se
ha precarizado tanto la vida de los trabajadores que los salarios son tan ridículos,
que las aportaciones a la Seguridad Social no compensan los pagos de las
pensiones. Tampoco se decide el desgobierno actual por implementarlas con una
partida incluida en los presupuestos del Estado que salga de los impuestos. El
desgobierno se está atrincherando y haciendo el fuerte para tratar de
condicionar la voluntad de la gente y, dar negocio a los bancos con las
contrataciones de pensiones privadas. Siguen proyectando una vida para la gente
con dinero, que son los que pueden contratar planes de pensiones y ahorrar para
meter dinero mensualmente en ellos, pero la clase trabajadora está justa o
asfixiada, no le sobra ni un euro a final de mes, no puede ahorrar nada y el
desgobierno sigue sin enterarse de nada, continúan en su marcha traidora contra
la ciudadanía.
Por otro lado, como hemos visto,
la OCDE recomienda que la gente se vaya jubilando y como no va a cobrar para
poder vivir, que se busque un mini empleo (minijob), para poder ir tirando…
¡qué poca vergüenza! Cuando una persona se ha llevado treinta o cuarenta años
trabajando, como dijo Cayo Lara, le duele demasiado los huesos, necesita
descansar, por mucho que la edad media se haya incrementado, el cuerpo se
agota, hay desgaste, aunque sus señorías con sus buenos salarios y su trabajo,
relativamente, sedentario se sientan con ánimos de seguir trabajando hasta los
ochenta años, como respondió Celia Villalobos hace unas semanas. Si en lugar de
estar jugando cuando toca trabajar, estuviera metiendo el lomo, lo tendría achicharrado…
ya nos dirá si quisiera jubilarse a los sesenta y cinco, y si pudiera a los
sesenta… seguro. ¡Qué fácil es afirmar cosas cuando se está en el lado sencillo,
cuando se tienen tantos privilegios, etc.! Igual le digo al tipo de la OCDE que
ha hecho estas recomendaciones, él mismo lo sabría si en lugar de ser del bando
que explota, estuviera en el de los explotados.
Como colofón, quiero volver al
centro de la cuestión de este texto, que es una auténtica vergüenza que difundan
ideas para seguir atemorizando a los mayores y a todos nosotros de paso, porque
llegaremos, seguramente, a jubilarnos algún día y tratan de hacernos el cuerpo
de que no vamos a tener para vivir. Al mismo tiempo que esto pudiera suceder,
según hablan estos caraduras, con la ayuda y el silencio que mantiene el
desgobierno actual, prosigue la corrupción, el robo y el saqueo, así como los
regalos a las empresas de amigos y banqueros. Vuelvo a repetir que si este es
el derrotero a seguir: no dejarnos vivir, se merecen lo peor que les pudiera
suceder.
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