A raíz del
desastre del impacto a voluntad del copiloto de la nave que viajaba hacia
Duseldorf, Alemania, se me ocurren ciertas cosas que se podrían tratar de
incorporar a los aviones para evitar situaciones tan horripilantes con tan
fatal desenlace. Me imagino que hay tecnología suficiente en estos momentos
como para poder controlar el avión desde tierra, de este modo se evitaría que
en caso de descomposición, desmayo, etc. de los tripulantes, se pudiera
continuar el vuelo con normalidad. Otro sistema que se me ocurre es hacer un
poco más inteligente al aparato, haciendo uso de esos mismos sensores que
parecen, según han informado, que detecta la cercanía a tierra y saltan
alarmas, pues que haga correcciones e impida seguir descendiendo al mismo
tiempo que haga lo necesario para mantener una altura mínima pero segura con el
suelo o cualquier obstáculo. Llegado a este punto, se preguntarán cómo se hará
para descender hasta aterrizar y burlar esos automatismos. Se me ocurren dos
formas: una, desbloqueando desde la torre de control de los aeropuertos los
sensores referidos, o bien, porque existan en los aeropuertos unos
transmisores, que detecten y anulen los sensores cuando se encuentren dentro de
un radio de acción prudente para permitir bajar y tomar tierra adecuadamente y
con seguridad.
Lo que quiero
decir con todo esto es que la vida de las personas pasen a estar en manos de
dos equipos: el de la tripulación abordo y el equipo de hombres en tierra a
través de esos controles sobre las aeronaves, supongo que por controles remotos
a través de señales operadas con ayuda de los satélites. Teniendo monitorizado
el vuelo desde su salida hasta su llegada a destino, con posibilidad de hacer
correcciones en caso de emergencia o graves errores de navegación, voluntarios
o involuntarios.
Yo no soy ingeniero,
pero no creo que esté hablando de ciencia ficción, creo que son soluciones
perfectamente realizables y en las que tendrían que empezar a pensar los
fabricantes aeronáuticos. Lógicamente habría que fabricar los equipos
necesarios para todos aquellos modelos de avión que estén operativos, para
dotarlos de estos servicios de doble seguridad: con la que cuentan ahora y la
que propongo en este escrito, o algo similar.
Para terminar,
no hace falta decir, ante la importancia tan enorme, de que los pilotos se
encuentren en perfectas condiciones físicas y psíquicas, que deben estar al día
en cuanto a revisiones médicas y que debe existir una comunicación instantánea
entre médicos y compañías para evitar que pueda llevar un avión una persona que
no se encuentre en perfecto estado de salud física y mental. Si esto se le
exige a los pilotos, lo mismo se ha de exigir al mantenimiento de las
aeronaves, que debiera ser estricto y frecuente para no poner en riesgo las
vidas de las personas, trabajadores y viajeros.
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