LOS EXCESOS Y LOS ABUSOS

El Cholo Simeone percibirá por cada uno de los próximos cinco años, seis millones netos, igual que usted y yo. Mientras muchas familias no reciben ingresos algunos, mientras otras muchas serán desahuciadas, se pagan cantidades tan abultadas para que un grupo de personas sigan dándoles patadas a un balón.  Con este modelo de economía ya está salvado este país.

Mi región, Andalucía, tiene mucho campo, grandes extensiones de tierras que en muchos casos las ocupan ganaderías bravas y cultivos de diferente tipo, predominando: la vid, el olivo, los cítricos, el maíz, el girasol, el algodón, la remolacha, etc., pero se echa de menos la industria manufacturera, la envasadora o la productora de nuevos productos o nuevas tecnologías.

En mi región hacen falta puestos de trabajo para no tener que vivir de los chapuces y de las peonadas en tiempo de recolección o de los trabajos puntuales relacionados con épocas de turismo, rebajas, navidades, etc.

En mi región hace falta un gobierno que responda a las necesidades de la población andaluza. El fin de semana pasado eligieron al PSOE para gobernar en la Junta de Andalucía y solo dos días después, la guardia civil ha detenido a otras dos personas de esa formación, en activo en estos momentos en la Administración, por su vinculación con el fraude de los cursos de formación. Acaban de ser elegidos y están pringados, tienen corruptos en sus filas, su organización está podrida, solo han mirado por sus intereses y este gobierno no nos sirve para solucionar los problemas de esta Comunidad. Hace falta trabajo, hay que crear puestos de trabajo, hay que industrializar nuestra tierra y estos políticos han marcado una trayectoria que no converge con el objetivo necesario para hacer prosperar a Andalucía.

Cuando alguien se sienta y solo piensa en trabajar, como primer asunto de su interés y no ve solución a corto plazo, es grave. Sin dinero no se puede vivir y cuando son muchos los que no lo tienen por falta de trabajo, la economía se frena, no hay consumo, no podemos gastar más allá de lo sucintamente necesario, aquello que es de primer orden, ¿cuándo se darán cuenta los políticos o es que lo saben y les importa un pimiento? Ya estoy cansado y tal vez sea una perdida de tiempo hablar de todo esto; tengo la sensación de estar haciendo constantemente una reclamación que se queda en el aire. Es un aburrimiento vivir con la impotencia que el sistema legislativo tan pobre, produce en los ciudadanos; sobre todo cuando se sabe que se pueden hacer tantas cosas y los gobiernos obedeciendo a los poderes fácticos del dinero, se desentienden de lo que es importante o esencial para nosotros.